La mayoría de ciudadanos oaxaqueños se preguntan; ¿Cual fue la finalidad de pintar de “Amarillo Huevo” todas las unidades que prestan el servicio de taxis en la zona metropolitana?. Esta acción ha provocado la confusión de los diferentes sitios que tradicionalmente se distinguían por sus colores y donde existían conductores con una gran calidad moral, no queremos decir, que hoy en día no haya personas honortables, claro que si, pero, en menor escala. Aplaudimos tambien a esas mujeres trabajadoras del volante, que llevan el sustento de cada día a sus hogares.
Con la nueva disposición, las calles del Centro Histórico y Periféria se ven saturadas de coches amarillos. Desafortunadamente, por unos pagan todos, al registrase algunos percances automovilísticos por la imprudencia de ciertos taxistas, quienes circulan por diferentes Avenidas accionando su claxo, tratando de pasar por encima de los demás, hasta con “mentadas de madre”. Como consecuencia de estas, acciones se han provocado conatos de violencia con ciudadanos en plena vía pública.
Aúnado a ello, el cobro excesivo en el servicio de pasaje a distintas colonias y agencias de la ciudad capital. Luego, ¿cómo identificarles en la obscuridad? cuando todas las unidades son “amarillas” y más que en su interior no traen ninguna identificación.
Desafortunadamente, para los dueños, lo único que les interesa es recibir la cuenta del día o de la noche, más no se preocupan por poner orden en el personal.
Ahora, algunos profesionistas o pasantes de alguna carrera, al no encontrar empleos bien remunerados en la ciudad, buscan colocarse en un trabajo fácil.
Por otra parte, por lo que respecta al taxismo foráneo (unidades pintadas de rojos con blanco), los tripulantes resultan ser unos verdaderos “barbajanes”, sin una cultura vial, ni humana; en carretera desarrollan velocidades no permitidas, rebasando por la derecha, y llevando consigo sobre cupo. Los choferes circulan con el brazo izquierdo colgado sobre la puerta, mientras que con la otra hacen el cambio de velocidades, al tiempo que toman el volante… ¡vaya tipos!
Está bien que trasladen gente humilde de las comunidades a la Central de Abasto, pero, no se vale que arriesguen la vida de estos seres humanos, que viajan sin precaución, ni seguro de viajero.
Por ello, es necesario que tanto Transito Municipal, la Estatal y la Policía Federal, trabajen con honestidad y pongan ciertos correctivos para éstos conductores, al grado de suspenderles la
licencia de conducir hasta en tanto reciban la capacitación adecuada. Al igual que los choferes del transporte urbano y sub-urbano.
Recuerden que transportan vidas humanas, no animales.
¡BASTA DE ANARQUÍA!
¡OAXACA QUIERE ORDEN!