La palabra “aviador”, es el sobre nombre que caracteriza a toda aquella persona que cobra un salario sin trabajar, sobre todo dentro de la “esfera gubernamental”. Esto sale a relucir ante el gran número de hombres y mujeres incrustados en las “nóminas” de todas las áreas de gobierno.
Tan solo con el recién desaparecido Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), se destapó la “cloaca” de personas que se encontraban en nómina, desde Diputados, ex-diputados, Presidentes Municipales, ex- funcionarios y hasta “bailarinas” de un centro nocturno, quienes pasaban por sus quincenas sin trabajar… bueno, había una buena relación con los “jefes”.
Pero, no solamente en el ex-IEEPO había estas personas, sino también en la LXII Legislatura del Estado, donde se menciona un aproximado de 200 “aviadores”, incrustados desde anteriores administraciones como “asesores fantasmas”, gentes demasiado listas que han sabido vivir del presupuesto, quitados de la pena llegan a bordo de sus lujosos automóviles, amparados bajo la sombra de grupos de poder.
En este caso, la pregunta es; ¿qué pasa con los Órganos Administrativos y de Contraloría? ¿en dónde quedan?.
Otro caso es; la “pensión vitalicia”, que reciben ex-gobernadores, ex-Rectores, ex-Magistrados, etc. No cabe duda que los “cotos de poder” hacen mucho daño a las “arcas gubernamentales”, viejos vicios que deben desterrarse por el bien de Oaxaca y de los oaxaqueños.
Sin embargo, la corrupción es solapada desde las esferas gubernamentales. No es posible que algunos funcionarios tengan a su disposición hasta 10 “escoltas” o más, que en ocasiones sirven hasta para recoger a los “juniors” en las escuelas. Mientras que la ciudadanía es víctima de los delincuentes.
La “Ley” debe ser pareja para todos, no solamente para quienes controlaban el IEEPO. El mismo ejercicio tiene que llevarse a cabo en los Tres Poderes de Gobierno, para no crear suspicacias.
EDITORIAL 191.