Miradas de reportero
Por Rogelio Hernández López
Este diciembre se acentúa lo brumoso del ambiente para hacer periodismo con libertad y seguridad, sobre todo porque no vemos reacción enérgica del gobierno federal por el crimen del periodista chihuahuense, Adrián Rodríguez Samaniego, ni por la alerta desplegada ante las amenazas de muerte al cronista Héctor de Mauleón por parte de presuntos Zetas. No reaccionan a pesar que, por estos casos, hubo nuevos pronunciamientos recriminantes de la ONU, de la CIDH, de la CNDH de la SIP.
No es nueva esa actitud de la federación de no responder a los reclamos de organismos nacionales e internacionales. Ya se cumplen 16 años que comenzó este ciclo que convirtió a México en uno de los tres países más peligrosos para ejercer el periodismo; y ya son cuatro de este gobierno federal en los que siguieron a la alza los agravios y los asesinatos . Y, parece no importar cuantas veces y quiénes demandan soluciones de fondo. Veamos un ejemplo de muchos posibles
Aquella carta
El 17 de agosto de 2015, alrededor de 500 personas del mundo, entre ellas actores, escritores, deportistas y muchos periodistas enviaron una carta al presidente de México advirtiendo que el clima de violencia contra periodistas y medios de tornaba más peligroso y solicitaban medidas concretas. Esta ha sido la petición más representativa y replicada en este sentido.
Escribieron: “Enrique Peña Nieto. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
“Nosotros, periodistas, escritores, y artistas creativos de todo el mundo, con el apoyo de PEN y el Comité de Protección a los Periodistas, vemos con indignación los ataques contra los reporteros en México. Cuando se ataca a un periodista se atenta contra el derecho a la información de la sociedad entera.
“El 31 de julio fue asesinado en Ciudad de México el fotoreportero Rubén Espinosa, junto con una activista de derechos humanos, dos de sus compañeras de piso y la empleada doméstica del lugar.
“Desde el año 2000 decenas de reporteros han sido víctimas de homicidio; se sabe de otros 20 que continúan desaparecidos. La abrumadora mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad.
“La CNDH apunta a evidencia que involucra a funcionarios públicos en varios de los ataques contra periodistas y medios de comunicación”.
En Veracruz, citaron “…las amenazas, los maltratos, y los asesinatos de periodistas han alcanzado cifras sin precedente: catorce han muerto de manera atroz, y tres han desaparecido. En cada uno de los casos se ha desechado como línea de investigación judicial el ejercicio profesional de las víctimas.
“Señor Presidente; no debe haber mas asesinatos…las estadísticas de impunidad en los casos contra periodistas son alarmantes: Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, 89 por ciento de los “asesinatos permanecen sin resolver. La Comisión ha denunciado que sus propias investigaciones son
obstaculizadas por las autoridades. La negligencia judicial garantiza la impunidad.
“Hoy el periodismo en todo el mundo vive bajo asedio: los reporteros mexicanos, en particular, viven en peligro mortal….
“Señor presidente, le urgimos a:
“La revisión inmediata de los mecanismos para la protección de periodistas y el compromiso efectivo de su gobierno para garantizar la libertad de expresión en México”. EL COMPROMISO EFECTIVO, de urgieron.
La misiva la firmaron, entre otras personas Alfonso Cuarón, Gael García Bernal, Carl Bernstein, Alma Guillermoprieto, Guillermo del Toro, el reportero del New York Times, Tim Weiner, Sergio Aguayo, Paul Auster, Lydia Cacho, Noam Chomsky, Denise Dresser, Ariana Huffington, Diego Luna, Salman Rushdie, Julio Villanueva Chang, Juan Villoro, Mariclaire Acosta, Sergio Aguayo, José Agustín, Homero Aridjis, Louis Begley, former president of PEN American Center; Lydia Cacho, Noam Chomsky, Javier Darío Restrepo; Joel Simon, executive director of Committee to Protect Journalists; Andrew Solomon, president of PEN American Center, Karla Zabludovsky….
Esa fue la carta. Le siguieron otros pronunciamientos, monitoreos, alertas…
Y ¿qué pasó?
Desde nuestro lado podemos asegurar con hechos y documentos que un año y 8 meses después, la atmósfera amenazante y dolorosa que se pedía frenar no menguó.
La casa de los Derechos de Periodistas (AC mexicana) recien divulgó sus monitoreos con más de 500 agravios en todo el país durante estos 20 meses; en este recuento se registraron otros 16 periodistas asesinados. (ver lista).
Por el lado oficial, No existe ninguna nueva ley de protección, no se mejoró la federal, el mecanismo para proteger periodistas de la Segob que nació hace 4 años, apenas se está reorganizando; la fiscalía especial de la federación sigue inútil y apenas hace 10 días apareció el primer reconocimiento público del gobierno federal al valor social y humano de la función del periodista, no en voz del presidente sino de un subsecretario, Roberto Campa, a cargo de derechos humanos en Gobernación.
La bruma para periodistas mexicanos de este diciembre seguirá, casi seguramente, otros dos años. Seguiremos llevando la cuenta de los agresiones y de los silencios y omisiones gubernamentales. Llegarán mejores momentos en que se pueda trabajar con seguridad y libertad.