Miradas de reportero
Por Rogelio Hernández López
Es de no creerse, pero con los únicos indicadores que existen puede sostenerse que sigue bajando aceleradamente la aceptación social en los medios de en paralelo a la de presidencia de la república..
En 2004 el porcentaje de confianza en los medios fue alrededor del 70 por ciento; en 2010 bajó a 61; en 2013 cayó a la mitad (32 por ciento) y para mayo de 2017, hace unas semanas, la encuesta de Parametria arrojó otra caída espectacular porque los porcentajes de mexicanos que confían poco o mucho en la prensa ya están en 19 para los periódicos, 18 para noticieros de radio y, más abajo, apenas 17 para noticieros de televisión.
El propio director de la empresa, Francisco Abundis, al comentar los resultados de su encuesta muestra la sorpresa: “Es decir, la actividad periodística además de pasar a ser riesgosa está en los niveles de credibilidad más bajos de su historia…”
El contraste es que ese registro de confiabilidad ocurre, según el mismo sondeo, que nueve de cada diez de los encuestados (88 %) considera que la situación general de violencia del país obstruye el trabajo de los periodistas.
Dicho de otro modo: 82 por ciento de los encuestados descreen de nuestro trabajo a pesar de que la mayoría de nuestros caídos (alrededor de 127 del 2000 a la fecha) han sido asesinados por ejercer el periodismo.
La misma tendencia que la presidencia
En septiembre de 2015 este reportero hurgo en las encuestas para trazar una línea del tiempo de la confiabilidad de los medios de comunicación y la prensa en México. Entonces pudo aproximarse a la percepción de que la aceptación social del Presidente de la República ha caído aceleradamente sexenio tras sexenio. Y que tal tendencia pareciera arrastrar a los grandes medios de comunicación y de prensa.
Entonces se pudo contar con los datos siguientes:
Para abril de 2004 Consulta Mitofsky, divulgó que de 12 instituciones, las tres que registraban mayor confianza ciudadana eran: la Iglesia (7.7 puntos) el ejército (7.5) y Presidencia (7.0). Allí comenzó a la tendencia a la baja de los los medios de comunicación, que todavía estaban en el mismo sitio que la Presidencia (7.0) y unas décimas arriba del Instituto Federal Electoral (6.7).
En septiembre de 2008, cuatro años después, otra empresa encuestadora, la de María De las Heras, hizo evaluar socialmente a 20 sujetos. La pregunta que hicieron sus encuestadores fue ¿Cómo piensa que están haciendo su trabajo?
Y en el primer lugar entonces aparece el ejército con el 64% en la calificación de bien y en el segundo los periodistas, pero ya con el 58% de aceptación colectiva.
Un indicio más sólido de la tendencia a la baja sistemática del actual Presidente de la República la dio en marzo de 2015 la empresa GEA-ISA. Registró una aceptación social del 44% durante el primer trimestre de
ese año, nivel inferior al que tuvieron los exmandatarios Felipe Calderón y Vicente Fox en el mismo corte de tiempo de sus administraciones, pero al finalizar el año bajó a 35 por ciento según encuesta de Buendía&Laredo.
El Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México, anidado en el sitio web del Instituto Nacional Electoral, confirma que la confianza en los medios de comunicación decayó paulatinamente en los últimos cuatro años: en 2010 –se documentó– 61% confiaba, “mientras que en 2013 sólo 32% dijo confiar mucho o algo en ellos”. Casi paralelo a la aceptación social en la presidencia,
Junio de 2017
La Carta Paramétrica del 27 de mayo de 2017 indica que la tendencia ubicó la percepción de mucha o poca confianza entre quienes fueron siguió a la baja: 17 por ciento para noticieros de TV, 18 para noticieros de radio y 19 para periódicos.
Esa y otras mediciones también registran niveles entre 12 y 15 por ciento de la Presidencia de la República. Algún científico social podrá, algún día explicarnos los porqué de este paralelismo en la aceptación de uno y otro sujeto de la infraestructura político-ideológica del Estado mexicano.
Francisco Abundis ubicó esta medición en el contexto general de violencia en México y de la cantidad de periodistas asesinados, a propósito del crimen contra el colega sinaloense Javier Valdez.
“La encuesta más reciente de Parametría realizada cara a cara en vivienda, indica que más mexicanos consideran que actualmente no hay libertad de prensa en el país, ni en los estados. El 61% dijo que no había libertad de prensa en México y el 58% consideró lo mismo de la entidad donde vive.
“Otro hallazgo de la encuesta es que de 2015 a 2017 han aumentado las personas que consideran “importante” o “muy importante” que los periodistas del país puedan hablar libremente de todos los temas. Así lo mencionó el 85% de entrevistados en 2017, hace dos años el porcentaje fue de 82%.
“Tal vez el dato más revelador del estudio es que nueve de cada diez mexicanos (88%) considera que la actual situación de inseguridad está obstruyendo el trabajo de los periodistas para dar a conocer información que tiene que ver con la delincuencia.
Pero
“Lo más delicado de este panorama para los propios medios es que, a la vez que se encuentran en esta condición de vulnerabilidad, sus niveles de confianza están cayendo sustancialmente. Es decir, la actividad periodística además de pasar a ser riesgosa está en los niveles de credibilidad más bajos de su historia”. (Para ver detalles: http://www.parametria.com.mx/DetalleEstudioImprimir.php?E=4968)
Las paradojas que nos rodean es que la gente entiende nuestro entorno difícil pero no nos cree lo suficiente. Por eso en nuestras manifestaciones callejeras de protesta, que cada vez hacen más colegas en los estados, muy pocas personas ajenas se solidarizan con nosotros y casi nadie nos acompaña.
¿Qué más podemos hacer las y los periodistas, aparte de tratar de cumplir con la responsabilidad social de informar profesionalmente?