La Minuta
A un mes del terremoto magnitud 8.2 que sacudió a la región Istmo, los habitantes de varios municipios atraviesan por el olvido, la urgencia para la demolición o reconstrucción de viviendas y la deficiente entrega de apoyos y donativos.
A eso se suma el miedo por las más de 6 mil 500 réplicas que han aflojado aún más a las estructuras que quedan de pie. El 2 de octubre, ediles de siete municipios enviaron una carta al Presidente Enrique Peña para reclamarle que en la región existe descoordinación, desinformación y una entrega de víveres desordenada.
“Es evidente la deficiente coordinación de las instancias federales y estatales con las autoridades municipales. Prevalece la desinformación, los programas federales y estatales se aplican sin la debida inclusión y la participación de las autoridades locales”, reprocharon.
“¿Cómo se atreven dar tarjetas de Fonden a los ciudadanos si en muchos de los municipios no hay un solo cajero operando, y dónde van a construir si no se llega ni al 10 por ciento de las demoliciones de las casas?”, dijo Yesenia Nolasco, Edil de Tehuantepec.
“Ellos mandan a las Fuerzas Armadas y éstas reparten a donde se les antoja, hay una total descoordinación”.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha observado fallas que podrían ser motivo de violación a las garantías de los ciudadanos. La CNDH ha recibido 127 quejas relacionadas con estos hechos.