Termina el periodo de José Luis Chávez Botello entre acusaciones por el encubrimiento a Curas pederastas.
José Luis Sarmiento Gutiérrez
Con el argumento de que en 2016 cumplió 75 años –edad que marcan las normas de El Vaticano para el retiro de Cardenales y Obispos–, José Luis Chávez Botello presentó su renuncia al cargo de Arzobispo, en un escenario de acusaciones en su contra por el encubrimiento a Curas pederastas.
El Papa Francisco designó en su lugar a Monseñor Pedro Vásquez Villalobos, originario de Huiscuilco, Jalisco y de 67 años de edad, quien se desempeñaba desde el 31 de octubre de 2012 como Obispo de Puerto Escondido; el cambio fue anunciado desde la Santa Sede a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El nuevo Arzobispo fue ordenado sacerdote en 1979 para la Diócesis de San Juan de Los Lagos; fue además decano de Arandas y miembro del Consejo Diocesano Pastoral; de 2003 a 2011 coordinó la Fraterna Asistencia y Seguro Social para los sacerdotes diocesanos.
El 31 de Octubre de 2012, Vásquez Villalobos fue nombrado por el entonces Papa Benedicto XVI como Obispo de Puerto Escondido y el 30 de enero de 2013 recibió la consagración episcopal, a manos del Nuncio Apostólico de ese momento, Christophe Pierre.
Los escándalos de Botello
Desde que tomó posesión al frente de la Arquidiócesis de Antequera el 8 de enero de 2004, Chávez Botello generó grandes polémicas por remover a 40 Sacerdotes de los principales templos católicos del estado, clasificados como los más concurridos y los que mayores ingresos económicos representan.
En aquel tiempo varios padres de la capital del estado signaron un documento acusándolo de fascista y cientos de feligreses se sumaron a la protesta de sus líderes espirituales, porque algunos de ellos llevaban hasta 30 años prestando el servicio para sus Iglesias, de las cuales gozaban el cariño y respeto.
Lamentaron el deceso de varios de sus compañeros como consecuencia de depresiones y enfermedades causadas tras su despido de la función sacerdotal, por lo que surgieron corrientes de Padres que fueron calificados como rebeldes por la entonces administración de Antequera, entre ellos Alejandro Solalinde.
El pasado miércoles 3 de enero, decenas de fieles católicos protestaron en los alrededores de la Catedral de Oaxaca y exigieron la destitución de José Luis Chávez, a quien señalaron de ser la tapadera de los Sacerdotes pederastas que fueron acusados durante u arzobispado, ante la ahora Fiscalía General de Justicia del Estado.
Del mismo modo, lo acusaron de servir únicamente a la clase adinerada y a la oligarquía del estado, por lo que demandaron un Arzobispo que abandere el sentir de los pobres, que representan la mayoría poblacional en la entidad.
Y es que a finales del año pasado falleció el párroco de San Francisco Telixtlahuaca, Miguel Ángel Morelos, luego de que Chávez Botello le exigiera presentar su renuncia, lo que despertó la irritación de los feligreses del lugar quienes demandaron al ministro católico sacar las manos de la población.