Omar Santiago Ricárdez
El futbolista capitalino, y oaxaqueño por adopción, Cesáreo Victorino Ramírez fue homenajeado el sábado durante el último partido de la selección mexicana frente a Escocia en el estadio Azteca, previo a salida a Europa para enfrentar el Mundial de Rusia 2018.
Considerado uno de los mejores jugadores del futbol mexicano de su época se ganó el corazón del pueblo de Oaxaca durante su estancia de 16 años.
Llegó a esta entidad en 1982 y se casó con Patricia Mungaray, lo que lo obligó a permanecer aquí y fundar la Escuela de Futbol Cruz Azul, de donde salieron varios jugadores a quienes compartió sus conocimientos y experiencias.
Por ello es recordado en Oaxaca, pero en 1999 murió durante un accidente automovilístico en Cuernavaca, Morelos.
En reconocimiento a su esfuerzo y entrega el fin de semana en el estadio Azteca de la Ciudad de México fue reconocido por la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut).
Junto a Cesáreo Víctorino jugadores de antaño recibieron también el homenaje, además de familiares de jugadores hoy fallecidos.
Por Victorino Ramírez acudió su esposa Patricia Mungraray y su hijo, el también ex futbolista profesional, Cesáreo, quienes se mostraron emocionados por el estímulo recibido.