Hetilberto Juárez
“Al arribar a la puerta principal concluye el suplicio de la tortura infame, del sometimiento vil de nuestro viaje en carretera (cabeza entre las rodillas, las manos juntas esposadas, siempre mirando al piso, inagotable dolor de cuello, mentadas de madre, golpes continuos y desesperantes en la nuca nos obligan a soportarlo). La desesperación, miedo, frio, cansancio, dolor, sed, sueño, de toda la noche. El aumento de gritos y golpes nos hacen presentir que hemos llegado…”
En una carta enviada a la redacción, reclusos transferidos del interior del Estado al Penal de Máxima Seguridad en “Tanivet”, ubicado en la comunidad de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, denunciaron el infierno que viven desde su traslado hasta el interior de las paredes de Máxima Seguridad.
Tortura y mala alimentación, entre otras graves violaciones a los Derechos Humanos (DDHH), son responsabilizadas directamente al Director del Penal Esvel Lagunas Rodríguez, funcionario que ha sido denunciado públicamente en el año 2016 cuando fungía como Director del Penal de Ixcotel. Otro de los señalados en la carta a la redacción por violaciones a los DDHH, es José Miguel Escobar Palma, subdirector encargado de ejecutar las “órdenes”.
“La sorpresa es de que acaban de llegar a un Penal de Máxima Seguridad, aquí se les dará lo que verdaderamente se merecen pinches criminales, aquí van a pagar todo lo que hicieron culeros, aquí no existen los derechos humanos, ni a quien le importen una chingada sus putas quejas. A gritos, patadas y madrazos, los encapuchados nos obligan a quitarnos la ropa, el calzado… todos encapuchados, menos el Director del Penal”, manifestaron los denunciantes en la misiva.
El penal de Tanivet inaugurado en el año 2016 con una inversión inicial de 4 mil millones de pesos, con una capacidad para mil 548 presos, con tres divisiones, además de contar con un hospital, área de visita conyugal, asimismo, espacios de esparcimiento social en una extensión de 50 mil metros cuadrados, hoy tiene una nueva sección, la de la tortura, denunciada por los que hoy habitan la cárcel de los valles centrales.
Otra de las secciones se conoce como “El Rancho”, lugar de comida para los nuevos presos en donde la alimentación ese precaria, insalubre e inhumana.
“Únicamente al día nos dan 7 tortillas frías y secas, un plato de sopa, media taza de café. Por la noche nos dan agua con sabor a café y 12 galletas de animalitos”, dicen los internos.
En cuanto a la salud al interior del penal los reos no tienen derecho a enfermarse ya que a pesar de contar con un hospital al interior del penal, no hay medicinas y tampoco consultas por lo que tiene que esperar la visita de algún familiar o conocido para que pueda ayudar a conseguir alguna medicina, la cual es entregada en día y hora permitida, “si te enfermas es tu suerte”, argumentan.
La comunicación con los familiares es casi nula, ya que tiene que comprar una tarjeta (incompartible) de 100 pesos que dura 5 minutos. “Si la tienes puedes llamar, si no la tienes, no tienes derecho a una llamada”.
“Quisiera suicidarme, para cerrar mis ojos y dejar de sufrir, pero el sufrimiento, no son los golpes de los toletes, ni lo puños y las patadas que nos dan los custodios, el dolor más fuerte es el no poder ver a mis familiares, hijos, esposa y a mi madre, pero sería, perder la batalla en esta vida. Se que cometí un delito, pero como todo ser humano, tengo el derecho de arrepentirme y pedir perdón, pero no con este el castigo. El castigo que dan los celadores por órdenes del Director”, son algunas de las líneas escritas desde el Penal de Tanivet.
En ese sentido, los reclusos solicitan la intervención de los organismos defensores de los Derechos Humanos para que acudan a inspeccionar el lugar y se tomen los testimonios de los nuevos reos.
Cabe mencionar que en días pasados, familiares de los internos del Penal de Etla, denunciaron de la misma forma las violaciones a los derechos humanos en contra de los reclusos de ese lugar, denuncia pública que hasta el momento no ha sido atendida por las instancias correspondientes.