EDITORIAL 163. CONDENA GENERAL.

Desde cualquier punto de vista que se vea, el atentado contra el periodista Said Hernández, es un acto reprobable de cobardía; ¡Indignante!

A lo largo de 8 años de actividad de la Revista Fin de Siglo, y 16 años de la Revista Tucán, la línea editorial siempre se ha manejado con objetividad y veracidad. Los diversos temas publicados durante 24 años de periodismo profesional, también han sido tocados por medios locales, nacionales e internacionales, incluyendo información exclusiva, en muchos casos por ser de interés público.

Por lo tanto, nos preguntamos ¿Ordenes de quién o quienes cumplen estos sujetos para cometer este tipo de actos inhumanos?

Este acto criminal, es un claro mensaje al gremio periodístico de Oaxaca, en lo particular, lo cual en estos tiempos se convierte en un tiro al blanco, porque la información verídica y objetiva, siempre correrá el riesgo de ser perseguida y agredida por quienes se sienten aludidos, desgraciadamente sujetos mediocres, que al querer ganarse la confianza de sus superiores, se les hace fácil contratar a sujetos sin valores, para cometer actos de crueldad en contra de quienes se dedican a informar a la opinión pública, y sacar a la luz actos de corrupción y autoritarismo.

Ante los acontecimientos, y por solidaridad, la familia periodística local, nacional e internacional, exigen llegar al esclarecimiento de los hechos, la aparición del vehículo utilizado por los agresores, la presentación de las armas, los teléfonos celulares utilizados en el momento de la captura, así como la presentación de los actores intelectuales.

Ante el alto riesgo que representa el ejercicio periodístico en Oaxaca, los comunicadores han cerrado filas para exigir justicia por el atentado a Said Hernández, y a todos los comunicadores reprimidos desde gobiernos anteriores, manifestando en una sola voz:

¡Ni una agresión más a periodistas!