Metztli Beltrán.
Declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Coronavirus (COVID-19) en México ya se encuentra en una segunda fase, con 2 mil 439 casos, de los cuales se han recuperado 634 y han fallecido 125, por lo que la emergencia sanitaria ha extendido el aislamiento hasta el 30 de abril del 2020.
En Oaxaca, con más de 20 casos de COVID-19 distribuidos en las regiones de los Valles Centrales, el Istmo y la Mixteca, ya han cobrado su primera muerte, según las cifras oficiales de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO). Sin embargo, se han reportado defunciones por enfermedades respiratorias en los hospitales de la entidad, lo que se puede considerar, más casos cobrados por el virus mundial que mantiene a la población en cuarentena domiciliaria.
En tanto, los pacientes de los nosocomios públicos denuncian que no hay un protocolo de emergencia ante la pandemia, donde los SSO les piden a los casos sospechosos de COVID-19 que acudan a su clínica correspondiente para después los canalicen a un hospital para realizarles la prueba y decidir si requieren de aislamiento, sin embargo, durante su recorrido ya expusieron a personal médico y administrativo.
A partir del pasado 3 de abril, el Gobernador del Estado de Oaxaca, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, manifestó que las medidas de prevención iban a reforzarse con el cierre total de hoteles y servicios de hospedaje, playas, centros comerciales, plazas públicas, tianguis y días de plaza, concentraciones religiosas, actividades industriales. Mientras que los restaurantes podrán permanecer abiertos prestando solo el servicio a domicilio y en los establecimientos de venta de bebidas alcohólicas deberán de suspender a partir de las 18:00 horas.
Además, el ejecutivo confirmó que abiertos quedan farmacias, bancos, gasolineras y gaseras, así como el sector salud, mercados, supermercados, tiendas de autoservicio y abarrotes, transporte público y de carga, expendios de productos de limpieza, servicios de emergencia, aeropuertos y terminales de autobús.
Mientras tanto, la economía del Estado ya se encuentra colapsada, con una crisis que viene arrastrando previo a la pandemia, pero que no ha sido tema prioritario por ningún nivel de gobierno, al ser olvidado, lo que ha mantenido a Oaxaca como un referente de pobreza extrema del país y del mundo.
De acuerdo a los comerciantes establecidos y puestos ambulantes, las ventas han bajado considerablemente hasta en un 80 a 90 por ciento, donde el pago de servicios, nóminas y de impuestos continúan su curso, sin condonaciones o prórrogas, por lo que ya se ha generado un fuerte desempleo en el Estado, sin un plan de rescate o apoyo a los mismos por parte de las autoridades pertinentes, funcionarios públicos quienes desde su arraigo continúan recibiendo sus salarios y beneficios financieros íntegros, aún con la prima vacacional que transcurre en estos días de la Semana Santa.
“En otros países como Rusia y Ecuador, sus gobernantes han subsidiado hasta por dos meses los pagos de servicios como luz y agua, además les dan bonos económicos para que se queden en casa, pero acá que van a hacer algo así, no hay apoyo de los gobernantes, todo se lo llevan a sus bolsillos, de Oaxaca ya mejor ni hablamos”, señaló Héctor Martínez, empresario.
Otro conflicto que se ha generado a raíz del cierre de establecimientos y en consecuencia desempleos, es el incremento de la inseguridad y delincuencia, amantes de lo ajeno que aprovechando la ausencia de ciudadanos ya han asaltado tiendas de autoservicio, negocios y vehículos, entre otros.
En el Mundo
De un millón 324 mil 907 países confirmados con Coronavirus, al corte de este 6 de abril del 2020, ya han fallecido 73 mil 703 personas por coronavirus en todo el mundo.
Los síntomas del coronavirus son fatiga, fiebre, tos, malestar general, diarrea y falta de aliento, éstos son transmitidos por vía aérea, por objetos infectados, contacto animal o alguna persona enferma.
Las medidas de prevención es el resguardo domiciliario, así como el estornudo de etiqueta, es decir protegerse con el antebrazo al estornudar, uso de cubrebocas, lavado de manos, consumo de agua simple y alimentos bien cocidos, así como evitar lugares concurridos y en caso de hacerlo, tener una distancia de al menos un metro y medio.