Julisa Sánchez
A un día de ser inaugurado, el Hospital Covid-19 Número 25 en Juchitán de Zaragoza, en la Región del Istmo, negó la atención a un paciente que arribó con síntomas del coronavirus, por sus propios medios.
El señor Doroteo Ramos, arribó la noche de ayer al nosocomio federal perteneciente al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), equipado con 25 camas y equipos para pacientes que requieren de terapia intensiva al ser víctimas de la pandemia mundial, sin embargo le negaron la atención médica bajo el argumento de “violar los protocolos de ingreso”.
A pesar de que el paciente llevaba su diagnóstico oficial por parte del Hospital General Macedonio Benítez Fuentes, quienes lo refirieron al nuevo Hospital Covid-19, los militares lo enviaron de vuelta a su domicilio, donde ahora lo cuidan sus familiares y lucha contra la falta de atención sanitaria, aún con comorbilidades de diabetes, hipertensión y asma.
Además, a unas horas del acto protocolario con autoridades estatales y federales, se reportaron equipos extraídos del nosocomio, lo que dejó la duda de los presentes y oriundos, de repetirse la renta de equipo por el Gobierno de Oaxaca solo para la foto, como en un hospital del IMSS ubicado en la Región de la Mixteca.
En Oaxaca la fase 3 de la pandemia ya supera los tres mil contagios y 365 muertes por Covid-19, en un Estado donde la atención sanitaria está colapsada, desde hospitales saturados, sin insumos, sin personal, sin camas, ni equipo médico, donde el derecho a la salud no se cumple, se rechaza la atención médica, así como la omisión de las autoridades estatales deja que la población muera o quede a su suerte.