Gregorio García
La mala planeación económica y de salud, así como la falta de coordinación entre el gobierno estatal y municipal para la atención de la pandemia del Covid-19, hacen que la operatividad del comercio en vía publica funcione al 100 por ciento, y es que a la par del problema mundial existe el factor económico que ha perjudicado seriamente el bolsillo de miles de familias oaxaqueñas.
Como es el caso de los otros mercados, los móviles, conocidos como “tianguis”, que abarcan espacios públicos durante todos los días de la semana en la ciudad capital y municipios conurbados, mismos que fueron prohibidos desde los primeros meses de pandemia, sin embargo, fueron aperturados inmediatamente luego de que la crisis económica se hiciera latente.
En los tianguis, se puede encontrar artículos diversos de importación, ropa, alimentos, frutas y verduras, venta de alcohol, plantas y artesanías, entre otras opciones para los clientes o comensales, dejando a un lado las medidas sanitarias estrictas, como son los filtros sanitarios con tapete sanitizante, toma de temperatura y gel antibacterial previo al ingreso del lugar, así como el portar cubreboca, respetar la sana distancia y la desinfección del espacio cada tres horas, además de las medidas de higiene básicas para el consumo y venta de alimentos.
Preocupante situación que lejos de ser asesorada o protegida en su operatividad, el alejamiento de las autoridades para ser vigilantes y coadyuven con la entrega de recursos básicos (gel antibacteria, cubrebocas y acciones de sanitización), permiten que los espacios públicos sean ocupados a la suerte de quienes los visitan.
Pero lo cierto es que no solamente estos espacios carecen de las medidas básicas de protección contra el Covid-19, también las plazas comerciales, ambulantes, mercados públicos y supermercados, no operan con las medidas estrictas que marca el semáforo naranja, sobre todo en el aforo permitido de solo el 30 por ciento de la capacidad del lugar.
Finalmente, en Oaxaca, la operatividad comercial se encuentra al 100 por ciento, sin que los pequeños y grandes empresarios puedan recuperarse de la mala estrategia de cerrar por 3 meses sus actividades al inicio de la pandemia sin obtener a cambio un plan estratégico de condonación de impuestos y créditos financieros, entre otras acciones en beneficio de los empresarios locales, por lo que otros ya no pudieron rescatar sus negocios cerrando sus puertas de manera permanente, generando otro problema, un gran desempleo permanente y en consecuencia la crisis de muchas familias oaxaqueñas, además de incrementar la delincuencia e inseguridad.
Mientras tanto Oaxaca registra oficialmente 40 mil contagios y más de 2 mil 800 muertes por coronavirus.