Julisa Sánchez.
A partir de este lunes 26 de julio y hasta domingo 8 de agosto, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) anunciaron que la Entidad adoptará el semáforo epidemiológico naranja, es decir con un alto riesgo de contagios de Covid-19, a pesar de que las autoridades estatales continúan haciendo llamados constantes en redes sociales a que el turismo visite el Estado, omitir protocolos para prevenir el mortal virus y desatender la grave crisis que atraviesa el sector salud en atención pública.
DE acuerdo a datos oficiales al corte del día de ayer domingo 25 de julio, se han registrado 52 mil 980 casos confirmados de coronavirus, así como cuatro mil 92 defunciones, estadística que omite a la Región de la Cañada y solo muestra 6 de las 8 Regiones que tiene Oaxaca, por lo que se estiman más casos y muertes por el Covid-19, donde la falta de atención hospitalaria ha obligado a los ciudadanos a “curarse y atenderse” por sus propios medios en casa.
La falta de información precisa, saturación de hospitales, ausencia de filtros sanitarios, la desatención de la añeja crisis en salud y múltiples demandas laborales, así como el dejar pasar desapercibida la Tercera Ola de Covid-19, confirmada por las autoridades de salud federales e internacionales, a consecuencia de olvidar las medidas sanitarias y los escasos protocolos para prevenir el covid-19, para poder realizar todo un mes de campañas políticas, han hecho que no se contenga la pandemia mundial en Oaxaca, a un año y tres meses desde que se anunció el primer caso de contagio en el país.
Varios son los responsables de la desatención de la pandemia y las miles de familias enlutadas en Oaxaca por no cumplir con sus funciones públicas y constitucionales, el extitular de los SSO, Donato Casas Escamilla, su sucesor y actual Secretario Juan Carlos Márquez Heine y el ejecutivo estatal Alejandro Murat Hinojosa, así como los legisladores locales, el Presidente Municipal Oswaldo García Jarquín y el titular de la Secretaría General de Gobierno, Francisco Javier García López, por no saber atender y disolver las problemáticas sociales, permitir los múltiples bloqueos, marchas y el ambulantaje, tumultos que propagan el foco de infección del covid -19 y otras consecuencias.
La Oficialía del Registro Civil de Oaxaca, lejos de apoyar la economía ha abusado de los ciudadanos al cobrar un acta de defunción en tres mil pesos y no los 100 pesos que normalmente cuesta, según constató el Diputado Noé Doroteo Castillejos ante el pleno del congreso local. Lo que a la fecha y de acuerdo a cifras de los SSO, serían una recaudación de más de 12 millones de pesos, recurso que no se destina a la infraestructura del tan golpeado sector salud.
Mientras tanto, a nivel federal la ausencia de acciones productivas para hacer frente a la pandemia mundial lo encabeza la cantante y senadora de la República Susana Harp, quien fue nombrada por el Presidente de México como delegada especial para la Atención de la Pandemia COVID-19 en Oaxaca, sin embargo, solo se le ha visto en actos públicos proselitistas y posando en fotos difundidas en redes sociales, pero jamás se le ha sorprendido visitando los hospitales y entidad para realizar proyectos en beneficio de quienes hoy enfrentan la batalla contra la enfermedad que no tiene cura, así como donar de su millonario sueldo en especie o insumos a la población en pobreza extrema.
En tanto, el regreso a clases presenciales en el mes de agosto es inevitable, ya que de acuerdo al mandatario federal Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el silencio de la Sección 22 en Oaxaca, los alumnos de los diferentes niveles educativos volverán a pisar las aulas, a pesar de que los casos y muertes van en aumento y sin un tope.
Finalmente, ante la grave crisis de salud, económica, educativa y social, solo queda que cada ciudadano adopte las medidas de prevención sanitarias en caso de salir de casa.