Said Hernández
Fue la madrugada del 14 de junio del año 2006, siendo gobernador del Estado de Oaxaca, Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, cuando ingresaron las distintas corporaciones policíacas al zócalo de la capital, con un objetivo: desalojar a integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes mantenían un plantón en al menos 72 manzanas del Centro Histórico por varios meses. El resultado del desalojo fue de varios heridos, daño irreparable al patrimonio cultural de humanidad, y el inicio de un movimiento social que dejó sangre, muerte, dolor y una severa crisis económica que hasta la fecha se mantiene presente, además de la impunidad de los 26 homicidios que registró la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos.
El operativo policíaco era comandado por dos personajes, José Manuel Vera Salinas y José Manuel Moreno Rivas, el primero, actualmente tiene el nombramiento de Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública en Oaxaca, dentro del Gobierno de Alejandro Ismael Murat Hinojosa, mientras que del segundo ex-policía no se sabe nada.
En ese contexto y recientemente la publicación de unas fotografías en donde reaparece el edil capitalino, Oswaldo García Jarquín, al lado de Vera Salinas, realizando un recorrido sobre la calle de Alcalá para verificar el “éxito” del operativo municipal para desalojar a los ambulantes del primer cuadro de la ciudad y de zonas turísticas. Imágenes que han causado repudio social, ya que los ambulantes se han reinstalados en las principales calles de la capital oaxaqueña, haciendo que otros comercios y mercados públicos sean afectados en sus ventas, principalmente.
Además del reproche de una ciudadanía que también es afectada en sus quehaceres diarios, ya que el cerco policíaco que mantiene la autoridad limita al 90% la vialidad del primer cuadro del Centro Histórico de Oaxaca.
Finalmente, la administración de Oswaldo García Jarquín, a unos meses de culminar, se mantiene en la crítica por los bajos resultados en obra, servicios básicos y una problemática que lejos de solucionar se agravaba día con día.
Se espera que la nueva administración del Contador, Francisco Martínez Neri, cumpla con la demanda social de los capitalinos, de lo contrario será otra página negra en la historia de Oaxaca.
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