Julisa Sánchez
Este día, Francisco Villareal, titular del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), arribó a la sede del Congreso Estatal para cumplir con el llamado a “cuentas” por parte de los diputados oaxaqueños, a su llegada fue recibido por una cuadrilla de legisladores para escoltarlo al interior del recinto legislativo y cumplir con el acto protocolario de su comparecencia.
En resumen, el responsable de la educación en Oaxaca informó sobre la aplicación de millones de pesos en mejoramiento de infraestructura educativa para las 8 regiones de la entidad, un “texto” simple que fue replicado en redes sociales con recursos ocultos provenientes del IEEPO.
Sin embargo, el discurso no refleja en la realidad de las comunidades de Oaxaca, principalmente en las más arraigadas, donde ni siquiera cuentan con baños y aulas para recibir la educación, en tanto, los indicadores educativos colocan a la entidad en los últimos lugares de aprovechamiento educativo, algunos atribuyen la falta de compromiso docente, otros a la falta de equipamiento, como es el internet para las comunidades, colonias y agencias de Oaxaca, en donde además se observa pobreza y miseria extrema.
En ese sentido, el constante cuestionamiento ciudadano se extiende a los diputados locales por la deuda solicitada de más de 3 mil 500 millones de pesos por parte del Gobernador Alejandro Murat y aprobada por los legisladores el pasado 2 de octubre del año 2019. El recurso millonario sería destinado en parte a la rehabilitación de las escuelas afectadas por los terremotos ocurridos hace tres años, sin embargo, el silencio del Congreso en los cuestionamientos fue cómplice a través de los aplausos a Francisco Villareal.
Mientras tanto, el recurso público destinado a la educación y resarcir los altos índices de analfabetismo en Oaxaca, continúa fraccionándose para levantar la imagen de Villareal, recientemente lanzo un panfleto denominado “El Alebrije”, colocados en montones en las puertas de domicilios, parabrisas de vehículos, tiendas y en los basureros en grandes proporciones, dejando ante la vista de la clase política, magisterial y de los ciudadanos, sus aspiraciones a ser el próximo Gobernador de Oaxaca.
Cabe señalar, que los millones de pesos erogados del erario público para la “campaña” no ha sido informado al pueblo de Oaxaca, el cual atraviesa por una severa crisis económica, de salud, de seguridad, de educación y de justicia sin que las autoridades respondan por sus deberes de funcionarios públicos a los oaxaqueños.
Otro millonario derroche económico ha sido destinado al arrendamiento de múltiples casas y edificios que albergan al personal de las diferentes áreas del IEEPO, que por años han ocupado como “sedes alternas”, luego de abandonar el inmueble ubicado en la Carretera Internacional 190, que durante el conflicto magisterial fue defendida a capa y espada, incluso en medio de fuego cruzado y humo de las llantas que hacían durante las protestas de los “combativos” docentes, posteriormente la sede fue custodiada por elementos de la defensa nacional y luego quedó en el abandono, donde hasta la fecha las hierbas y la historia son los únicos testigos que albergan su inmensa superficie.
Otra denuncia que persigue este servidor público responsable de la educación de Oaxaca, es la de las ventas de plazas de profesores que han fallecido durante la reciente pandemia, recursos que han sido cobrados pero no reportados en el dichoso informe entregado al poder legislativo.
Finalmente, la inactividad de la llamada “combativa” Sección 22 del Sindicato de los Trabajadores de la Educación (SNTE) hoy se hizo presente nuevamente, docentes que brillaron por su ausencia y enmudecieron su clamor en defensa de la educación del pueblo oaxaqueño, donde esas consignas que exigían a los poderes cumplieran con su compromiso social, solo quedan en el olvido y en los buenos acuerdos que actualmente gozan con el Gobierno del Estado.
El no regreso a clases presenciales es otra denuncia que los padres de familia han hecho en reiteradas ocasiones, donde instituciones y sindicalizados de la educación han hecho oídos sordos, así como los legisladores que no han querido defender el derecho de los más vulnerables, hechos que continúan escribiéndose en las paginas negras de la historia de Oaxaca.