Metztli Beltrán.
Los más de dos años de la pandemia mundial del Covid-19 (coronavirus) en México han sumado ya 325 mil 408 defunciones, así como 5 millones 875 mil 705 casos, 714 mil 114 sospechosos y 66 mil 187 activos estimados, de acuerdo al corte del pasado 19 de junio y datos oficiales de la Secretaria de Salud, donde además se agrega la crisis económica, el desempleo, la deserción escolar y una mayor pobreza extrema que hoy aqueja a los mexicanos.
Por su parte, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) ya no generan estadísticas diarias del coronavirus y solo lo hacen en seis de las ocho regiones que tiene el Estado, indicando que durante la semana del 12 al 18 de junio, se registraron 122 mil 868 casos positivos, 1 mil 445 casos activos y 6 mil 222 muertes, se omiten casos sospechosos, por lo que se estima que estos números oficiales se multiplican hasta por tres veces más, donde los habitantes han señalado que no se contó con la atención pública, ni pruebas gratuitas, pereciendo en sus hogares los síntomas de la misma y solventando los altos costos de la enfermedad mortal.
Al momento, las autoridades estatales ya han bajado la guardia, en una pandemia que transcurrió sin contención, ni apoyo a los ciudadanos, así como una escasa información real de los casos y defunciones, ni el garantizar el derecho universal a la salud, hoy la crisis sanitaria continúa creciendo al interior del sector salud en Oaxaca, como es el caso del Hospital General “Aurelio Valdivieso”, nosocomio con mayor demanda y de acuerdo a sus trabajadores la falta de insumos, medicamentos, equipo y personal hace que la atención pública sea precaria o nula y que los 9 mil millones de pesos de presupuesto anual no se destine a solucionar estas sensibles demandas.
Aunado a lo anterior, durante la temporada de lluvias, ciclones y huracanes los criaderos de larvas y moscos que transmiten el dengue, chikunguya y zika son más probables de propagarse, lo que de acuerdo a los especialistas en salud, no se descarta que una persona se contagie no solo del coronavirus, sino también del dengue o alguna de sus variantes, dando pie al “Covidengue”, una enfermedad que deprime sobremanera el sistema inmune y que ya ha cobrado vidas en Oaxaca, pero que no han sido informadas de manera oficial para advertir a la ciudadanía y tomar medidas preventivas.
Respecto a la vacunación contra el coronavirus, la mayor parte de los sectores sociales ya han sido cubiertos, principalmente los grupos vulnerables como adultos mayores, embarazadas y con alguna comorbilidad, sin embargo, ya se está convocando a los infantes de 5 a 11 de edad para recibir el antídoto del covid-19. Si bien es cierto que la vacunación ha mantenido un cierto control del contagio del virus mundial, no ha terminado con la pandemia, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como endémica, es decir, tendremos que aprender a vivir con ella y sobre todo seguirse cuidando con las medidas preventivas sanitarias a nivel internacional.
Mientras tanto, la fiesta máxima de los oaxaqueños, “La Guelaguetza”, se anuncia con la espera de miles de extranjeros que hasta el momento no tienen ninguna restricción por parte del gobierno del Estado de Oaxaca en el tema de salud, a diferencia de otros Estados, en donde exigen la prueba de antígenos Covid-19 como requisito indispensable para ingresar a sus territorios. Por lo que se espera que una nueva ola de contagios del mortal virus se presente después de los eventos turísticos en Oaxaca.
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