Gregorio García
Oaxaca, entidad ubicada en el último lugar de desarrollo de México y referente en pobreza extrema según las estadísticas mundiales, actualmente atraviesa por una severa crisis en salud, justicia, seguridad, educación, economía y deporte, principalmente, al final del sexenio del gobernador Alejandro Ismael Murat Hinojosa poco se puede rescatar en el tema de obra y servicios, por lo contrario, el Estado se encuentra abandonado y con una deuda de 3 mil 500 Millones de Pesos, adquirido el pasado 2 de octubre del año 2019 y bajo el compromiso de destinarlo a la rehabilitación de escuelas y edificios dañados por los sismos, sin embargo, hasta la fecha el recurso millonario no refleja en la realidad de los miles de damnificados oaxaqueños.
A cinco meses de concluir el mandato gubernamental con miras a aspiraciones presidenciables, Oaxaca no ha encontrado la ruta del desarrollo que se aproxima a un nuevo gobierno que encabezará el Ingeniero Salomón Jara Cruz, teniendo como estandarte el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
En tanto, la ruta de mostrar un plan de trabajo por parte del nuevo gobierno morenista parece estar alejado y estancado aun en su campaña, con recorridos y mítines que nada abonan al desarrollo de Oaxaca, mucho menos al llamado “Proyecto de Nación”, con la Cuarta Transformación (4T).
Hasta el momento, el Gobernador Electo no ha presentado de manera formal un proyecto para el impulso del sur del País, dirigido a todos sus próximos gobernados y no solo a la militancia morenista.
Jara Cruz tampoco ha dado a conocer a su equipo de funcionarios públicos responsables de cada dependencia gubernamental, y en consecuencia el rescate de los sectores sociales que tanta falta le hace una digna gestión y sobre todo con resultados de impacto y beneficio para Oaxaca, donde además de prioridad a los pilares en seguridad y justicia para los oaxaqueños.