David Ortíz.
En el marco de la Fiesta Patronal en honor a San Lorenzo Mártir, el presbítero Aureliano Díaz Jiménez, acompañado de los mayordomos, equipo pastoral, comité de festejos del Barrio San Lorenzo, autoridades locales y habitantes del Municipio de Zimatlán de Álvarez, al ritmo de la banda infantil y juvenil “San Lorenzo Mártir” partieron desde la Parroquia del mismo nombre, con destino al Palacio Municipal en búsqueda del edil, el profesor José Luis Salvador Martínez.
Con la tradicional ofrenda al hombro y manos, los religiosos ingresaron al auditorio municipal, donde el Presidente local los recibió dando una cordial bienvenida, y una vez acomodados en el estrado tuvo el uso de la palabra:
“Es la fe que nos permite caminar por la vida, un ser humano sin fe es como un barco sin brújula, no tiene destino, la fe mueve montañas y ha movido a todas las familias que nos habíamos dispersado, pero hoy yo veo a través del presbítero Aureliano Díaz Jiménez, de la gente y las actividades altruistas que hacen, logren preservar las tradiciones, con paz y armonía, y como autoridad municipal tenemos que apoyar estas acciones”, explicó el edil zimateco.
En ese sentido destacó que el gobierno de Zimatlán es de puertas abiertas, por lo que el respaldo a la creencias se fortalece y extiende a todas las corrientes religiosas.
Por su parte, el sacerdote luego de agradecer el recibimiento de la autoridad municipal, recordó que a un día de haberse celebrado al santo patrono de Zimatlán de Álvarez, ahora es el turno de una celebración eucarística más importante, por lo cual solicitaban respetuosamente el apoyo:
“Ahora viene la fiesta más grande en honor al Dulce Nombre de Jesús y como es costumbre, durante estos seis años que llevo en esta Parroquia y he convivido con ustedes, veo que por bendición de Dios tenemos nuestras costumbres, tradiciones y la música, que nos hace más unidos, por lo que hoy venimos a pedir su colaboración y apoyo para hacer esta fiesta en el 2024, para agradecer nuestra fe en una sana convivencia”.
Y agregó: “Trajimos una ofrenda porque hemos entendido que tenemos que trabajar juntos por el bien y la paz de Zimatlán”, culminó su participación el padre Aureliano, quien minutos más tarde bendijo las ofrendas y la celebración en honor al Santo Dulce Nombre de Jesús.
Posteriormente, los presentes con gran algarabía salieron del recinto bailando orgullosos de su fe católica.