- Más de 5 mil personas se fusionan en una sola alma en la Plaza de la Danza, para escuchar las vibrantes notas musicales, bajo la batuta de la afamada directora mexicano-estadounidense.
- En una combinación de juventud, experiencia y virtuosismo, el recital fue un éxito rotundo.
Desde que supo que vendría a Oaxaca, ya se sabía también que una noche no sería suficiente para ser testigo del portento y la genialidad de Alondra de la Parra, quien no necesitó carta de presentación para saber que el talento, pasión y amor por la música lo lleva en la sangre.
Y así fue. Porque lo vivieron y lo constataron más de 5 mil personas que se fusionaron en una sola alma en la Plaza de la Danza, para escuchar el retumbante vibrar de los metales de la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil “Benito Juárez”, bajo la dirección excelsa e inigualable de la afamada directora de orquesta mexicano-estadounidense, cuya dupla se presentó con éxito rotundo la noche del sábado en este escenario, en el marco de las fiestas de los Lunes del Cerro.
El concierto inició a las 20:00 horas en punto, cual reloj inglés, sin embargo, horas antes, miles de oaxaqueños, así como visitantes de México y de otras latitudes del mundo, se habían dado cita en la Plaza de la Danza para presenciar uno de los espectáculos más esperados en estas fiestas, la cual fue una majestuosa combinación de juventud, experiencia y virtuosismo.
Teniendo como fondo la Basílica de Nuestra Señora de La Soledad –construida entre 1682 y 1690 de estilo barroco- el talento musical de la maestra Alondra de la Parra y de la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil “Benito Juárez”, inició con la composición “La Boda de Luis Alonso”, de G. Jiménez, seguido por “El Barbero de Sevilla”, de G. Rossini y “Bolero”, de M. Ravel.
Con un público cautivado, expectante y jubiloso, Alondra de la Parra movía la batuta guiando a las niñas y niños integrantes de la Banda, quienes, nota a nota, daban muestra de los conocimientos adquiridos durante el Campamento de Verano y de la enorme vocación musical que caracteriza a las regiones de Oaxaca.
Ataviada con una blusa bordada con flores multicolores propia de la región del Istmo de Tehuantepec, pantalón oscuro y zapatos de charol, la virtuosa directora dio muestra de su técnica y sensibilidad al frente de los 80 menores y jóvenes oaxaqueños, quienes se conducían bajo el vaivén de la batuta, ejecutando lo mejor del repertorio programado esa noche, la cual incluyó temas también como: “Huapango”, “Conga del Fuego Nuevo”, “Fantasía a la Danza de la Pluma”, “Dios Nunca Muere”, “Impresiones”, “Danzón 2” y “Un Día en Oaxaca”.
Durante el recital, los asistentes aplaudían las melodiosas notas que salían de los instrumentos cual aroma de flores primaverales, y en momentos, guardaban total silencio para escuchar las notas finamente ejecutadas por los jóvenes talentosos, para que al final de cada interpretación corearan con un: “otra, otra, otra” y también ¡“Alondra, Alondra”!
Después de más de una hora y media de concierto, y al término del mismo, Alondra de la Parra reunió a los maestros de música provenientes de Estados Unidos, Japón, Australia, Perú y de la Ciudad de México, quienes instruyeron y capacitaron a los 80 integrantes de la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil “Benito Juárez”, los cuales recibieron el reconocimiento y agradecimiento del público con un caluroso y emotivo aplauso.
Alondra de la Parra, (Nueva York, 31 de octubre de 1980), es una directora de orquesta mexicano–estadounidense. Fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas con sede en Nueva York y Embajadora Cultural del Turismo de México.
De la Parra se mudó a la Ciudad de México a los dos años e inició sus estudios de piano a los siete y de chelo a los 13. Estudió composición en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM) de México. Su esfuerzo y dedicación, le permitieron ingresar como becaria a la Manhattan School of Music de Nueva York, para obtener la Licenciatura en Piano, bajo la tutela Jeffrey Cohen y posteriormente, la Maestría en Dirección Orquestal, esta vez bajo la tutela de Kenneth Kiesler, obteniendo ambos grados con honores.
Alondra de la Parra se ha ganado la atención de los conocedores por sus vibrantes interpretaciones, colocándose como una de las directoras más sobresalientes de su generación. Frecuentemente invitada como directora huésped, ha dirigido a las principales orquestas sinfónicas del mundo; su talento y presencia internacional le valieron la distinción de ser la integrante más joven del Consejo de los Latin Grammys, así como la distinción recientemente de acompañar a Plácido Domingo, en la celebración de sus 50 años de carrera artística en México y Puerto Rico.
En nuestro país ha dirigido las orquestas de Aguascalientes, Jalisco, Sinaloa, Xalapa, la Sinfónica del Estado de México y la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes.
Por otro lado, a partir del año 2006, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (SECULTA), en coordinación con el Consejo Nacional para las Culturas y Artes (CONACULTA), iniciaron el proyecto de capacitación musical de niñas, niños y adolescentes, poseedores de un alto nivel interpretativo, provenientes de bandas de música comunitarias.
En los últimos siete años, ambas instituciones, anualmente lanzan una convocatoria con el fin de integrar una representación artística – infantil y juvenil – con altas expectativas de calidad musical. Para ello, organizan un Campamento de Verano, donde se concentra a los instrumentistas seleccionados y a los maestros – del país y del extranjero – quienes imparten cátedras de diferentes instrumentos, en busca de perfeccionar su nivel interpretativo.
Una vez terminado el campamento, los integrantes de la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil “Benito Juárez”, realizan una gira que comienza en la capital del estado y continúa por algunas entidades del país.
Es así y con este magnífico concierto, es que Oaxaca da un mensaje a México y al mundo de que está de fiesta, siempre con los brazos abiertos para recibir a los visitantes, quienes viven, palpan y sienten las festividades de los Lunes del Cerro.