Metztli Beltrán
Sobre la calle de Armenta y López donde se ubican las oficinas de la Sección XXII del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), desde las 8:00 y hasta las 23:00 horas, las taquillas para boletaje de transporte terrestre se instalan, para que diferentes operadores expendan y aparten asientos para todo tipo de público de manera ilegal, debido a que están prestando un servicio comercial sin contar con los permisos correspondientes para su operatividad.
Improvisando con sombrillas de playa, pequeñas mesas de madera y cartulinas de colores fluorescentes, los taquilleros informales anuncian el servicio de transportación que indican es “seguro, cómodo y con experiencia”.
Con tarifas que van de 200 a 250 pesos por persona en viaje sencillo y hasta 400 pesos en un viaje redondo, los taquilleros indican que las corridas se abren a la ciudadanía diariamente, con prioridad a los profesores en jornada de lucha, redituando así una ganancia mensual superior a los 150 mil pesos, libre de impuestos.
Cabe resaltar que sin mostrar ningún permiso de autoridades viales, las unidades se estacionan en la calle siguiente al edificio central del magisterio oaxaqueño, frente a la iglesia de San Agustín, permaneciendo a la espera de que los 51 asientos sean vendidos y en punto de las 23:00 hora poder dirigirse a la ciudad de México, con destino final, el plantón nacional ubicado en el Monumento a la Revolución.