Julisa Sánchez
A un año del gobierno de Salomón Jara Cruz, el deporte se encuentra abandonado, como muestra de ello, es la falta de proyectos de rescate de los grandes escenarios deportivos que alguna vez brillaron y hoy se encuentran destruidos, como son: la alberca olímpica del tequio, las pistas de tartán, las canchas de tenis del Río Atoyac, así como las unidades deportivas de las 8 Regiones que se encuentran entre malesa, tierra y suciedad.
Es la realidad de un Estado que se encuentra en último lugar en desarrollo de México, bajo discursos de progreso y bienestar, donde a las disciplinas deportivas no se les da el fomento requerido, se mantiene al margen de las políticas públicas a pesar de contar con un recurso etiquetado para ese fin.
Hasta el momento, el titular del Instituto del Deporte de Oaxaca, Jesús Chávez Ramírez, solo ha destacado en los escenarios judiciales, con una denuncia penal presentada el pasado mes de abril del año 2023, por el delito de coalición de servidores públicos.
La crisis que se envuelve entre violencia en Oaxaca, es desplazada en el sector de la salud y educación, principalmente, pero también y no menos importante la falta de becas y entrenamiento a los diferentes sectores sociales en el tema deportivo, tanto en las comunidades como en la capital, no suele ser prioridad para los funcionarios en turno en sus diferentes niveles, lo que conlleva a que se sigan propiciando las adicciones de alguna droga o alcohol, sobre todo en los adolescentes y menores de edad.
Por el contrario se busca el fin lucrativo, como es el caso del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Estado, que preside Irma Bolaños de Jara, donde lejos de disponer los espacios deportivos, alberca y gimnasio de la institución, abrió una convocatoria para pagar inscripción y mensualidad a cambio de utilizarlos para hacer ejercicio, sin tomar en cuenta que el Estado es un referente de pobreza extrema y que la mayoría de los oaxaqueños viven al día pero combatiendo enfermedades, mismas que podrían disminuir con la actividad física, lo que lamentablemente no está a su alcance.
Mientras tanto, la ciudadanía que dio su confianza a través del sufragio, cuestiona sobre la aplicación de los más de 90 mil millones de pesos que fueron el presupuesto para el bien común en el año 2023.
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