Omar Santiago Ricárdez
La tercera cuarentena para México entró en vigor esta semana; autoridades de los tres niveles de gobierno han señalado, para entonces, que entre julio y agosto podría darse el pico más alto de la pandemia en la entidad; para César Villegas González esto representa un incremento en el número de muertos que tiene a México como una de los países con mayores decesos en América.
A propósito del COVID-19, el artista plástico realizó una litografía que tituló “Abono terrenal-Muerte Colectiva” en el taller “La Buena Impresión”, que representa, precisamente, el contagio y sufrimiento de un infectado en su paso hacia la muerte, al inframundo dentro de la cultura prehispánica.
La obra la empezó dentro de la última semana de abril, sin embargo, la cuarentena y cierre del taller vino postergando el trabajo hasta su conclusión este sábado, que finalmente pudo imprimir para exhibirlo.
“La pieza es la representación del inframundo, la entrada a la tierra de un enfermo de COVID-19, que es una persona anciana, obesa, la cual se está sujetando a la tierra; entra tosiendo, a punto de morir”, explica.
Una sombría escena envuelve el trabajo que fusionar la cultura mixteca con la maya, en una completa obra de arte que da, paradójicamente, vida a la muerte a una de las pandemias que más víctimas ha cobrado en las últimas décadas.
“En la parte inferior viene un tanque de oxígeno, que cual representa la necesidad de ese tipo de aparatos para poder respirar, y en la parte de atrás se encuentra la esposa de la muerte, quien lo está ligeramente empujando hacia la entrada de la boca de la tierra”, agrega.
El director general de la galería “El Adoratorio” señala, además, que una de las figuras que más llama la atención es el sol, representado por cráneos, mientras que del otro lado del inframundo se encuentran dos personajes recibiendo a los muertos: uno, por arriba de la parte de la entrada, una fémina, y la otra es un personaje del sexo masculino que tiene una cabeza en la mano en alusión de que están retomando los cuerpos y los espíritus entregados a Mictlántecutli, sentada en su casa, en donde los devora con una lengua que se convierte en una mano comiéndose a los muertos.
“Todo esto es su casa, su templo, el cual se encuentra decorado con pura ornamentación de la muerte; quise representar esta litografía entre símbolos mixtecos y símbolos mayas, haciendo una fusión y haciendo esta representación de la muerte y la vida, claro, un personaje a punto de morir y en donde la muerte es otra vez resignificada; es la representación del inframundo que siempre busca como el lado misterioso o que es el mundo de los muertos”, concluyó.