Metztli Beltrán.
En el patio central del Exconvento San Pablo, desde el 15 de diciembre se instaló el carrusel titulado “Carnaval Azteca”, que a juzgar por su propietario Antonio Salazar Robert, significa una sátira ante la conquista de los españoles, por lo que se hace relevancia a la cultura de los antepasados.
Recordó que desde 1941, su padre y tío, Natalio y Gildardo Salazar Pérez, respectivamente, construyeron de forma artesanal el carrusel de ocho toneladas que se lleva seis horas para montarlo y otras seis más para desinstalarlo.
Aunque considera que las piezas ya muestran un poco de deterioro, indicó que el mantenimiento se le hace cada vez que se puede, debido a que es costoso y no siempre hay clientela.
Sobre la tradición familiar de visitar las ferias y hacer uso del carrusel, señaló que se está perdiendo con las nuevas tecnologías.
Finalmente, exhortó al turismo local, nacional y extranjero a disfrutar del carrusel que estará disponible hasta el 12 de enero a partir de las 10:00 horas y abierto al público de forma gratuita.