- Uno de sus mayores logros son los “Talleres Comunitarios”.
José Hernández y Hernández
Oaxaca, Oax.- Yo nací en el Valle de Etla, en Guadalupe Hidalgo, desde muy pequeño sentí el deseo de pintar. Cuando terminé la instrucción primaria le dije a mi papá “yo quiero aprender a pintar”, el de inmediato me dijo, sí, y me llevó a la Escuela de Bellas Artes donde inicié mis estudios con los maestros, Erasto García Modelo y María Elena García.
Así inicia el maestro Juan Alcazar su relato. Moviéndose en su silla de ruedas, hombre barbado de su característico sombrero negro, acumulando la experiencia y la calma que le dan los años.
En ese entonces fui seleccionado por la institución y me mandaron a capacitarme a la Escuela de Bellas Artes de Jalapa, Veracruz, y ya con más conocimientos empecé a dar clases de grabado a mis compañeros de Oaxaca.
Como observador de nuestro trabajo, el maestro Rufino Tamayo, nos visitaba constantemente y se hizo nuestro amigo. Inesperadamente surgieron problemas de varias gentes, sobre todo de carácter administrativo. Ante esta situación, el maestro Tamayo, nos propuso independizarnos, por mi parte –recuerda Alcazar-, yo ya me había comprado mi prensa, y como quince alumnos aceptamos la propuesta, así, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes se fundó el Taller Tamayo en 1974, y ahí sigue, en Avenida Juárez, siendo un semillero de artistas plásticos.
Desde sus inicios, los trabajos del Taller Tamayo se expusieron fuera de Oaxaca, luego fuera de México… al ver el éxito, don Alberto Pirag, nos abrió las puertas de la Galería Mirachi, ahí se hacían las exposiciones con mucho éxito con la obra de Ariel Mendoza, Maximino Javier, Emiliano López, entre otros, era un grupo muy nutrido y con mucho talento, eso era lo importante.
Recuerdo que de ahí salió Feliemón Santiago y se fue a Chicago 16 años, estaba Irma Guerrero, entre un nutrido grupo de mujeres…
Yo presté mi prensa para hacer los grabados, después le adquirimos una prensa litográfica a Oscar Rodríguez, ya fallecido, que era de Francisco Toledo y estaba en Oaxaca desde mil ochocientos y feria… adquirimos piedras y desde entonces se hace litografía en el Tamayo…
Después vino una donación de Mauricio Gazanky y ahí está una prensa preciosa, una prensa enorme.
Luego me dejaron como director de este espacio durante 11 años. En esa época se adquirieron los hornos de cerámica, por eso están muy bien integrados los talleres de dibujo, pintura, litografía, cerámica, escultura.
Mucha gente pensó que le pusimos “Taller Tamayo” porque le íbamos a pedir apoyo al maestro, pero no, se le puso su nombre como homenaje por el gran artista que fue.
Después de 11 años decidí dedicarme a mi obra y aquí sigo.
MI MAYOR LOGRO… LOS TALLERES COMUNITARIOS
Entre mis mayores logros, se encuentran los Talleres Comunitarios, que implementé porque hay muchos niños y jóvenes con talento que no pueden desplazarse a la ciudad. Esto lo hice en coordinación con el Instituto Oaxaqueño de las Culturas, institución que becó a los instructores para que pudieran viajar a las comunidades a trabajar, luego regresaban al taller, así han surgido nuevos artistas en Pinotepa Nacional, Calpulalpan de Méndez, San Andrés Zautla, y el más reciente el de Huajuapam de León.
Por lo mismo se adquirieron las prensas, para realizar grabado en madera, en linoleum, en acrílico y metal… están funcionando.
Sin embargo, -reflexiona el pintor oaxaqueño-, el Gobierno debería atender más ésta propuesta, incluyendo música, danza y teatro, para despertar conciencias y retroalimentar el semillero que nutre la cultura en Oaxaca. Es un ejemplo de lo que se puede hacer para aprovechar a los alumnos egresados del CEDART, Bellas Artes y de varios talleres.
Aquí vemos también que hay un problema con las Casas de la Cultura: se han aquilosado… siguen los mismo directores, los mismos maestros… lo que deben hacerse son talleres, esto te obligará a traer gente nueva, con diferentes propuestas y con el tiempo suficiente para que la gente aprenda… ir rotando, porque los que se quedan no van a enseñar más.
No se puede permitir la integración de grupos que se sientan co-propietarios de los centros culturales.
POR LUGARES LEJANOS
Dentro de las Artes Plásticas, el maestro Juan Alcazar ha ocupado desde hace varios años un lugar destacado, por su talento, por sus diferentes técnicas, por sus colores, pero sobre todo, por su gran humanismo que ha demostrado como un hombre al servicio de las comunidades.
Sobre su trayectoria el maestro externa: He expuesto en muchos lugares, y un grato recuerdo fue Dinamarca, donde fue muy bien acogida mi obra.
También en Estados Unidos, Buenos Aires, Argentina.
Sin mayores pretensiones el artista del sombrero negro se reacomoda y con una ligera sonrisa dice satisfecho: “No es por nada, pero creo que soy uno de los mejores grabadores de Oaxaca”.
Uso todas las herramientas, sin trampas… con una sola placa. Si quieres luces, habrá luces, si quieres transparencia ¡también!
Además me he dedicado a imprimir obra de otros artistas como Francisco Toledo, Javier Arévalo, Varcilay, Oscar Rodríguez.
ES NECESARIO EL JARDÍN DEL ARTE EN OAXACA
Ante la problemática que actualmente viven los artistas que exponen diariamente en el Jardín del Arte “Labastida”, localizado en el andador turístico de Macedonio Alcalá, de donde fueron desalojados por el Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca, el grabador Juan Alcazar, observa:
En Oaxaca es necesario el Jardín del Arte, sería bueno que los involucrados hicieran un reglamento y firmar convenios con el Municipio de la Ciudad, porque Oaxaca sí necesita un jardín del arte.
Cierto, aquí hay galerías, pero no todas aceptan obras de artistas oaxaqueños, ya tienen sus catálogos y no van a invertir en otros.
Sería muy saludable la firma de convenios, porque se están liberando las preocupaciones de muchos artistas jóvenes que no tienen galería.
Además, tienen que buscar la manera de que cada día vaya mejorando. Es necesario que quienes exponen ahí inviten a críticos de arte. También que compren en comunidad una prensa y trabajen al aire libre, porque a la gente se le despierta más el interés cuando ve de cerca al artista trabajando.
La única manera de lograr las cosas es trabajando, no hay de otra.
Puedes tener mucho talento, pero si no trabajas ¡no funciona!
Es necesario aprender las técnicas lo mejor posible y seguir produciendo.
NATURALEZA MUERTA… LA MÁS HERMOSA
A manera de despedida de su taller localizado en el centro de la ciudad de Oaxaca, Juan Alcazar recuerda que la obra más hermosa que ha hecho es “Naturaleza Muerta”, pues con ella ganó una beca con la que se fue a estudiar a Jalapa y a la cual le guarda un gran cariño, pues la realizó a la edad de 14 años. Testigo de mi historia…
A la vez agradeció infinitamente el noble gesto de sus alumnos y colegas oaxaqueños por los homenajes que le han rendido en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) y el Museo de los Pintores de Oaxaca.
“Fue muy satisfactorio, pues es la respuesta de la comunidad a lo poco o mucho que le hemos dado; gracias”.