La lucha por la sucesión gubernamental del 2016, ha desencadenado una serie de actos violentos en Oaxaca, como los ocurridos el pasado jueves 31 de julio del 2014, al ser destruidas las oficinas de gestión de 2 legisladores, por un grupo de maestros de la Región del Istmo, pertenecientes a la Sección 22 del SNTE. La acción dejó en claro la rivalidad de los ex –gobernadores, José Murat y Ulises Ruiz, por el control político de la entidad.
El grupo “ulisista”, a través del Senador, Eviel Pérez Magaña, calificó el hecho como “calenturas tempraneras” y aseguró que “sí alguien le preocupan las encuestas, pues, mejor se ponga a trabajar para recuperar la simpatía de la gente y los retos inmediatos, que es la elección del 2015”.
Pérez Magaña, luego de hacer un recorrido por sus oficinas de gestión, localizadas en Jazmines 717 de la colonia Reforma, señaló indignado ante reporteros; “ No voy a caer en la trampa de la confrontación, dado que hay quienes quieren resolver las cosas a golpes y en cambio debemos mostrar mucha madurez e inteligencia”.
De igual manera, otro de los afectados, el Diputado Federal, Samuel Gurrión, mediante un comunicado argumentó que “por su apoyo y postura al impulso y desarrollo de México”, ha sido víctima de varios ataques y llamó a la Sección 22 a reencauzar sus demandas por la vía de la civilidad y concordia.
Asimismo, la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), reprobó el acto violento contra su sede, argumentando que “ constituye un delito y que en nada abona a mantener un clima de paz y concordia en nuestro Estado ya que cancelan en muchos casos la posibilidad de la solución pacífica a través del diálogo, instrumento en el que siempre hemos creído como el mejor medio para la solución de los conflictos”.
Por su parte la Coalición de Legisladores PRD, PAN, PT y PUP de la LXII Legislatura Local, demandaron se investigue a fondo los actos vandálicos en contra de las oficinas priistas, dado que pudiera tratarse de lío interpartidista preelectoral.
No faltó quién aprovechando los reflectores e hiciera declaraciones precipitadas, poco incultas, más estando al frente del grupo priista del Poder Legislativo, al decir; “Estar hasta la madre de éste tipo de actos”
Cuando son ellos quienes aprueban Leyes para que se cumplan, sin embargo, la inconformidad ciudadana se da a diario con protestas y manifestaciones por las calles de la capital oaxaqueña, al no tener respuestas a sus demandas.
Aunque en éste hecho violento algunos representantes de partidos políticos lo definieron como una pugna interpartidista preelectoral, porque solamente fueron atacadas oficinas del PRI.
Desafortunadamente, la “guerra” apenas empieza entre José Murat y Ulises Ruiz por la sucesión gubernamental de Oaxaca, aseguran politólogos.
Pero, para la mayoría de los oaxaqueños ¿en que nos beneficia ésta confrontación?, solamente es un sector exclusivo el que se favorece al triunfar determinado grupo, más, para quienes están acostumbrados a tener “doble vida” viviendo del presupuesto, y que hoy han quedado fuera con el presente sexenio.
Recordemos que el hartazgo, abuso de poder y corrupción de dos sexenios, detonó en el 2006 en un Movimiento Social de grandes consecuencias.
No es posible que estos dos personajes y otros ex –gobernadores, quieran seguir manipulando, (después de mal gobernar un Estado), intrometiéndose y desestabilizando a Oaxaca.
Entendamos que la inconformidad generalizada de la ciudadanía oaxaqueña, sedientos de justicia, hizo que salieran a depositar su voto por un gobierno diferente, sin compromisos, ni componendas partidistas, pensando en las comunidades, donde se vive un alto grado de marginación y pobreza.
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