José Hernández y Hernández
Oaxaca, Oax., 15 de diciembre del 2012. 16:45 P.M. Las calles del centro histórico de momento se sitiaron ante el caos vehicular…Una calenda de más de 5 cuadras avanzaba sobre la Avenida Independencia, enfilandose a la Avenida Morelos; con cohetones, bandas de música, monos gigantes, marmotas, las “chinas oaxaqueñas”, y los famosos “acarreados”, quienes se dirigían hacía la Plaza de la Danza, donde el Presidente Municipal, Luis Ugartechea Begué, leyera su 2º. Informe.
Apoyados por un fuerte dispositivo de seguridad, el desfile folklórico arribó al lugar, portando banderines con leyendas de felicitación al munícipe aún sin saber el contenido del informe. Hombres, mujeres y niños, marchaban reflejando las carencias de las colonias marginadas de donde procedían. Otros portaban paliacates azules amarrados a la cabeza y al cuello con los letreros “segundo informe de gobierno”, “mientras que los “porristas” gritaban su nombre.
Al acto oficial se dieron cita invitados especiales, la mayoría políticos de diferentes partidos.
El munícipe inició así su discurso:
“Al igual que el año pasado y en esta misma plaza, vengo a informar a todas y a todos los vecinos los actos de este gobierno basado en principios de justicia social, honestidad y transparencia en la gestión”.
Y como se acostumbra en estos actos, de sopetón el edil empezó a enumerar cifras millonarias aplicada en obras de beneficio colectivo, en un discurso que duró aproximadamente dos horas, y que los equipos de sonido subían de volumen para hacer retumbar su voz.
“Queremos el municipio que merecemos…”, dijo Ugartechea.
Luego para celebrar “el gran acontecimiento” y justificar el oneroso gasto por el pago de bandas de música, camiones, tortas, acarreados, frikos, juegos pirotécnicos, sillas, etc., vinieron los apretones de mano, los abrazos, besos en las mejillas y sobadas de espalda de los distinguidos asistentes, los cuales en seguida gozaron de un suculento banquete con carnes de primera calidad, vinos importados y el espumoso champagne, todo esto incluido en el mismo presupuesto del erario público.
Mientras en las esquinas de la ciudad capital, Patrimonio Cultural de la Humanidad, la mendicidad estiraba la mano pidiendo una limosna.
En la oscuridad la prostitución y la delincuencia apresuraba sus pasos.
Los automovilistas sorteando baches y gente de colonias aledañas rogando para que escuchara sus voces pidiendo los servicios de pavimentación, drenaje, agua potable, seguridad, recolección de basura, alumbrado público….