Said Hernández / Tucán
Ciudad de México, 30 de abril. — El foro “Las Uniones Infantiles Tempranas y/o Forzadas en México: Entre Números y Voces”, celebrado en la sede de la ONU en la Ciudad de México, se convirtió en un espacio clave para visibilizar una de las problemáticas más urgentes del país: el matrimonio infantil y las uniones forzadas.
Durante el evento, que reunió a representantes de Naciones Unidas, autoridades gubernamentales y especialistas en derechos humanos, destacó la participación de la activista oaxaqueña Aleida Ruiz Sosa, quien con firmeza y pasión denunció las condiciones que viven muchas niñas en su estado natal.
Oaxaca, una de las entidades con mayores índices de matrimonios infantiles en México, fue el foco de atención. En su intervención, Ruiz Sosa lanzó un enérgico llamado a la acción: “No basta con el diálogo, hay que ensuciarse los pies”, dijo, apelando a la urgencia de pasar del discurso a las acciones concretas. Su mensaje, cargado de empatía y verdad, instó a la sociedad —y particularmente a quienes cobran por proteger a la infancia— a asumir su responsabilidad ante esta crisis.
La joven activista subrayó que erradicar estas prácticas requiere un cambio profundo de mentalidad: “Todos debemos asumir la responsabilidad”. Además, denunció la impunidad como uno de los mayores obstáculos, señalando casos en los que adultos que compran niñas son protegidos por las mismas autoridades encargadas de impartir justicia. Esta complicidad institucional, afirmó, perpetúa el ciclo de violencia y vulnerabilidad.
El foro no solo fue un espacio de análisis, sino un llamado urgente a la acción coordinada entre la sociedad civil y las instituciones del Estado. El testimonio de Aleida Ruiz Sosa representa la fuerza de una nueva generación decidida a transformar realidades injustas y a luchar por un México donde todas las niñas puedan vivir libres y seguras.