Gregorio García
Durante su reciente visita, el mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, aseguró en reiteradas ocasiones que en Oaxaca “todo está muy bien”, felicitando al Gobernador Alejandro Murat frente al pueblo oaxaqueño que se daba cita en sus eventos oficiales.
Sin embargo, la entidad oaxaqueña, continúa en una grave crisis económica, de salud, así como de inseguridad y falta de justicia en todos los sectores sociales.
A dos años de concluir el sexenio muratista, no se reflejan en la realidad los grandes presupuestos económicos anuales destinados al desarrollo de Oaxaca, por el contrario, se ha adquirido una deuda de miles de millones de pesos a través del Congreso de Oaxaca, bajo el concepto de poder concluir “obras”, lo cierto es que no hay trabajos relevantes con beneficio social y hasta el momento solo se ha anunciado la culminación de la súper carretera a La Costa, donde la gestión es federal.
De acuerdo a los oaxaqueños, la única inversión fuerte que hace el ejecutivo, es la de promocionar su imagen y la de su mujer a nivel nacional e internacional, que en nada beneficia a los ciudadanos.
Por otra parte, el escenario político para la sucesión gubernamental comienza, convirtiéndose en la principal preocupación del gobernante.
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