Julisa Sánchez
La saxofonista oaxaqueña, María Elena Ríos Ortíz, oriunda de Huajuapan de León, en una reciente entrevista, señaló al exdiputado Juan Antonio Vera Carrizal, como responsable del ataque de ácido sobre su cuerpo el pasado lunes 9 de septiembre del 2019, hecho que hasta el momento se mantiene impune, por lo que lamentó la omisión de la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca, al darle seguimiento al delito tipificado como tentativa de feminicidio. En ese sentido, la victima abundó en sus declaraciones sobre el rechazo de atención médica de urgencia por parte de los Hospitales públicos en Huajuapan y la Ciudad de Oaxaca.
“Las autoridades me han hecho sentir muy vulnerable y con poca fe de justicia, me hacen sentir que soy un carpetazo más, olvidada como la mayoría de mujeres que han sufrido violencia y feminicidios en el Estado”, reconoció Ríos Ortíz, aun cuando Oaxaca tiene una declaratoria de alerta de género, los funcionarios públicos no garantizan la seguridad de los grupos vulnerables.
“En un principio pensé que era una broma, hasta que empecé a sentir el ardor, vi como mi piel se abría, se caían los cachos de piel”, dijo María Elena entre lágrimas, reflexionando también que se equivocó al elegir como pareja a su agresor.
“Destruyeron mis sueños, destruyeron mi vida. No tengo ganas de vivir así”, explicó la música oaxaqueña, mientras recordó que en su oficina ese día por la mañana se perpetró el ataque por parte de un señor de apariencia humilde que llevaba consigo una cubeta, supuestamente iba a tramitar un pasaporte, sin embargo, le puso una trampa y le vertió la cubeta llena de ácido en su cuerpo, por lo que corrió por ayuda mientras arribaba la ambulancia, quienes inmediatamente la trasladaron a una clínica particular.
“Me querían llevar al Hospital de Huajuapan, que es público, pero no me querían aceptar, como las personas empezaron a comentar quien era el que me había hecho eso… pienso que se querían deslindar porque me querían mandar a Puebla, me costó mucho trabajo que me recibieran en Oaxaca”, declaró la víctima de violencia de género en Oaxaca, quien durante tres meses no recibió un baño quirúrgico, se le negó la atención sanitaria y no se le proporcionó ayuda física, ni psicológica, por lo que tuvo que esperar debido a que no contaba con los recursos económicos, ante las costosas cirugías y cuidados.
“Me duele hasta cuando me cae el agua del baño, me da miedo bañarme, me tengo que mentalizar”, agregó que la debilidad era tal que no podía sostenerse, gesticular, ni caminar, dependía de la ayuda de su familia.
“Y todavía sentirme desprotegida por las autoridades que no agarran a esta persona, luego de cinco meses sin respuesta, intuyo que las autoridades lo están cubriendo, no puede ser que yo haga el trabajo que les toca a ellos de investigar, la geolocalización”, señaló, donde agregó que teme por ella y sus familiares ante las represalias que pudieran tomar su agresor y sus aliados.
En Oaxaca, la violencia de género ha alcanzado cifras graves que mantienen en alerta a organizaciones nacionales e internacionales. Homicidios, secuestros, lesiones y otros delitos cometidos contra la mujer en las 8 Regiones de la Entidad se mantienen impunes en 99%.
Ante ello, las mujeres oaxaqueñas han manifestado con marchas y protestas su inconformidad, acciones que tampoco son tomadas en cuenta por el Estado.
El caso María Elena se agudiza por el paso del tiempo en espera de justicia, mientras tanto, el presunto responsable se mantiene prófugo.