Más de 17 incendios consumen miles de hectáreas en diversas comunidades.
Poblaciones de la Sierra Juárez culpan a los obstáculos burocráticos en la emergencia.
Said Hernández
La indiferencia del gobierno del Estado de Oaxaca en la emergencia que atraviesan un número incalculable de poblaciones en 17 incendios forestales, se hace cada día más visible ante la falta de víveres, alimentos, herramientas, pero sobre todo la ausencia de gestión para que la movilización del gobierno federal a través de los helicópteros bomba intervengan inmediatamente y ayuden en el combate de los siniestros.
Por el contrario, el gobierno de la primavera oaxaqueña que encabeza el Ing. Salomón Jara Cruz, se mantiene en una postura de “otros datos”, donde la solicitud de las comunidades de la Sierra Juárez y otras poblaciones se minimiza.
En ese sentido, las Autoridades Municipales de la Unión Liberal de Ayuntamientos del Distrito de Ixtlán de Juárez (ULADI) que respalda a 23 comunidades, enviaron un oficio de petición al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para su intervención directa a la emergencia, explicando los obstáculos burocráticos por parte de Jara Cruz en la declaratoria de emergencia.
“Los obstáculos administrativos para la solicitud de Desastre Natural, que exige sea a través del gobernador, quien no lo ha hecho en ninguno de los incendios forestales de 2024. Y motivo por el cual la federación NO estableciera una coordinación directa, y de oficio, con las autoridades indígenas de las comunidades”, señalaron en su escrito del 27 de marzo.
Hasta el momento, niños, jóvenes y adultos, sin el equipo adecuado, sin descanso y sin recibir una atención médica, arriesgan su vida para tratar de contener la lumbre que podría llegar a sus hogares, en algunas partes como en San Sebastián Tlacolula, La Brujería, Santa María Papalo, San Juan Tepeuxila, San Juan Quiotepec y otras comunidades, donde el incontenible fuego se extiende por los bosques y cerros por varios días siendo la única ayuda la solidaridad de los ciudadanos, quienes con sus propios medios acarrean un poco de comida y agua en zonas incomunicadas con alta marginación y pobreza.
Cabe señalar que la inacción inmediata de los órganos de gobierno han provocado la ira de los pueblos de Oaxaca, como fue el caso de Quiaviní y Güila, comunidades ubicadas en los límites entre Tlacolula y Mitla, donde lamentablemente perdieron la vida 5 personas a causa del incendio.
Finalmente la emergencia de los incendios forestales se dan en medio de una crisis de seguridad, salud, educación, obras y servicios, así como una falta de gobernabilidad y apatía ante las necesidades más básicas del pueblo de Oaxaca, además del cuestionamiento ciudadano sobre la aplicación de los miles de millones de pesos de presupuesto que tiene Oaxaca para diversos sectores.