“No vamos a cambiar el país en poco tiempo, pero se hará con nosotros, no sin nosotros” Rigoberta Menchú
Por: Lic. Javier Jacob Jiménez Ortega Jacaortega74@hotmail.com
La transición, según O´Donnell, es todo intervalo temporal que se extiende entre un régimen y otro, es decir, todo el periodo que incluye diversas fases; preparación, instauración e inicios de la consolidación; en éste lapso, las reglas del juego político no están bien definidas, de ahí los ajustes/acomodos mutuos entre los actores y sus respectivas estrategias.
Ahora bien, en Oaxaca, con la coalición que impulsó la candidatura de Gabino Cue Monteagudo para el gobierno de Oaxaca, se pensó que habría una transición política en la que cambiará el viejo régimen priista, cosa que no ocurrió, en virtud de que, Gabino Cue Monteagudo, no supo conducir a los diferentes sectores de la Sociedad hacia una democracia plural y más participativa en los asuntos públicos, sobre todo, no impulso de manera conjunta con el Congreso Local, una verdadera reforma de Estado, que garantizará un gobierno ciudadano más cercano a la Sociedad sino al contrario, permitió la continuidad de un régimen cuyas instituciones políticas dejaron de ser eficientes, pues su sexenio terminó pactando con su antecesor al permitir la impunidad de aquellos funcionarios públicos que desfalcaron al erario público y que hoy siguen gozando de impunidad, gracias al pacto oscuro entre el malogrado Gobernador de Oaxaca Gabino Cue Monteagudo con su antecesor; es por ello, que la Alianza Opositora que llevo a Gabino Cue Monteagudo al poder, que proponía un cambio de gobierno en Oaxaca, quedó atrapado dentro del viejo régimen político que hoy nos rige y que aún persisten las viejas prácticas del pasado.
A partir de entonces, a lo largo del sexenio del Gobernador Gabino Cue Monteagudo no se mostraron signos de un verdadero cambio, por lo que, tampoco se dio cumplimiento a las promesas de cambio que prometió en campaña, ya que, los cargos de la administración pública fueron repartidos entre los grupos políticos que conformaron la Alianza Opositora, siendo por ello, después de la mitad del sexenio, el gabinete del Gobernador Gabino Cue Monteagudo terminó dividiéndose entre sí y algunos decidieron atacarlo públicamente o simplemente mantenerse al margen durante el sexenio para después buscar otras oportunidades como ocurrió con Benjamín Robles Montoya quien después de renunciar al gabinete, decidió postularse como Senador de la República y actualmente precandidato a Gobernador dentro del PRD.
Luego entonces, durante el sexenio del Gobernador Gabino Cue Monteagudo, éste mostró debilidad ante las constantes marchas del Magisterio Oaxaqueño y de otros grupos políticos que exigían que se cumplieran sus respectivas demandas sociales y no solo eso, también se percibió un vacío de autoridad para poner en orden ante la inseguridad que prevalece en nuestro Estado; por lo tanto, el gobierno de Gabino Cue Monteagudo, no supo iniciar una transición política en la que se garantizará una
verdadera reforma de Estado; sí bien es cierto, que el Congreso del Estado impulso un catálogo de reformas sobre nuevas instituciones, también lo es, que no fue suficiente, toda vez que, para poder gobernar terminó apoyado en los grupos caciquiles regionales, a quienes les dio concesiones con tal de que lo dejaran manejar la Administración Pública Gubernamental y desde luego perdonó a su antecesor y demás personajes que fungieron como funcionarios públicos, algunos fueron encarcelados, posteriormente fueron liberados, pasándose por el arco del triunfo las acusaciones de violaciones a las garantías individuales de los oaxaqueños y de asesinatos a líderes sociales e indígenas y que hoy sigue la violencia en casi en todo el Estado.
Por consiguiente, es una fallida transición política, porque el Gobernador Gabino Cue Monteagudo no supo aprovechar la oportunidad histórica de cambiar el rumbo político y económico del Estado mediante un nuevo pacto social en la que se establecieran las nuevas reglas del juego político o al menos diera el primer paso para establecer un gobierno ciudadano, cosa que no sucedió, pues se vio obligado a repartir el gabinete entre los que participaron para consolidar la Alianza Opositora, tan es así, que a la mitad de su sexenio, se vio forzado en aceptar dentro de su gabinete a experimentados priistas que ocuparon algunas posiciones claves dentro de la Administración Pública del Estado.
Es por ello, que difícilmente se logre una transición política cuando aún existen las viejas prácticas del pasado, puesto que, las instituciones y prácticas políticas, aún están en manos de una élite que controla los hilos del poder y desde mi perspectiva, considero que esa élite se mantendrá en el poder mientras exista un gobernante manipulado y forzado a mantener la impunidad y la corrupción que opera desde décadas.