Said Hernández
A menos de un año de concluir su paso por el Senado de la República, la cantante oaxaqueña Susana Harp, apareció en el lugar número 4 de las candidaturas plurinominales, lo que afirma su reelección en la élite de la política nacional.
Susana Harp que en el pasado 11 de noviembre del año 2017 rechazó al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), para ser incorporada en el proyecto de nación denominado “Cuarta Transformación”, hoy se presenta y afirma estar del lado pueblo, sin embargo, su representación nacional es severamente criticada por no levantar la voz ante la crisis que vive el pueblo de Oaxaca.
La responsabilidad no es total para la Senadora, se comparte con los Diputados Federales, Legisladores Locales, Presidentes Municipales, entre otros elegidos por el “voto ciudadano”, y principalmente con el Ejecutivo Estatal.
Esta nómina millonaria del presente y del pasado, han mantenido sumergido al Estado de Oaxaca en una severa crisis de salud, seguridad, justicia, educación y deporte, que se refleja en la mayoría de comunidades de la entidad en una extrema pobreza.
La voracidad de la gente que busca un cargo popular o reelegirse, se ventiló en los pasados encuentros de MORENA, donde los señalamientos de corrupción entre pares, fue el ingrediente principal de la campañas.
Conjeturas que no han tenido ningún eco en el sector de la justicia, siendo nuevamente una burla para el pueblo al que representan o representarán.
Oaxaca, Estado con una gran importancia turística y de riqueza natural, se encuentra secuestrada por lo que tanto se denuncia desde la tribuna del Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador: “La mafia del poder”.
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