Julisa Sánchez
Negociación entre concesionarios del transporte público y el Gobierno de Oaxaca, aumentará el costo del pasaje de ocho a diez pesos según denuncia de los ciudadanos afectados, quienes ya han sido víctimas al utilizar rutas donde dicho aumento ya se aplica, sin que hasta el momento exista un comunicado oficial sobre la determinación que afectará nuevamente a la tan lacerada economía familiar.
En ese sentido, los propietarios de los camiones preparan pintura para darles una “manita de gato” a las unidades en servicio consideradas una chatarra por la falta de mantenimiento automotriz, las cuales circulan sobre las principales calles de la ciudad de Oaxaca dejando una estela de humo a su paso, contaminando aún más el ambiente, o quedando varadas en la vía pública generando el tráfico vehicular hasta culminar la reparación, sin que las autoridades estatales pongan las multas pertinentes.
Dicha queja por parte de los usuarios oaxaqueños se extiende hacia los conductores camioneros, debido a la falta de capacitación reflejada en el trato poco amable, donde vienen haciendo uso del teléfono mientras manejan, rebasando otras unidades de motor en la misma ruta a altas velocidades, así como protagonizar peleas en la calle con otros choferes, actos que faltan al respeto de quienes utilizan el transporte público y pasan desapercibidos por quienes son responsables del orden social, pero exhibidos en las redes sociales.
Por todo lo anterior y más, los ciudadanos afectados señalan que el Gobierno del Ingeniero Salomón Jara Cruz, antes de solo fijar una nueva tarifa y quedar bien con los concesionarios, debería conocer de fondo la problemática que aqueja dicho servicio público, para poder condicionar primero la garantía de calidad, ya que deja mucho que desear.
“Si de verdad este gobierno viera por el pueblo como dice, no debería de subirle dos pesos a la tarifa del camión, al contrario debería de bajar el costo ya que no lo vale el servicio, y ahora si le suben a 10 pesos será difícil que toda la familia pueda ir en el carro a un lado”, arremetió Jorge López, usuario del transporte público.
Mientras tanto, la Secretaría de Vialidad y Transporte Gobierno del Estado de Oaxaca (SEVITRA) encabezada por Claudina de Gyves Mendoza, no ha puesto en marcha operativos de deschatarrización, así como interponer multas y cancelación de las concesiones del servicio del transporte público ante la grave contaminación que generan las unidades y faltas al reglamento vial, además del pésimo servicio que se refleja en el deplorable estado de los camiones.
En ese sentido las inconformidades aumentan desde el interior de sus oficinas por parte de los subordinados a la llegada de nuevos servidores públicos que continúan la ruta del acoso laboral y la corrupción, sin ser competentes para el cargo.
Finalmente, a diez meses de la actual administración gubernamental una nueva crisis se gesta en el rubro del transporte, sumándose a las ya existentes en los sectores de salud, educación, seguridad, economía, justicia y gobernabilidad en Oaxaca.