Julisa Sánchez
Fue el 30 de junio del año 2022 cuando el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Contador Francisco Martínez Neri, informó a los capitalinos sobre un déficit superior a los 390 Millones de Pesos, en ese entonces, sin embargo por nuevas irregularidades detectadas durante la administración de Oswaldo García Jarquín, la cifra ya supera los 400 Millones de Pesos, ante esta situación, la documentación que hace visible el desfalco al erario público se envió a la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y el Auditoria Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO), sin que hasta el momento tengan un avance para determinar la responsabilidad del exservidor público.
A más de un año de la denuncia pública, los actuales representantes del gobierno municipal de Oaxaca de Juárez esperan la determinación del los órganos de fiscalización y se deslinden las responsabilidades correspondientes.
Sin embargo, los ciudadanos muestran desilusión, ya que existen antecedentes de déficits en los anteriores gobiernos como es el caso de Javier Villacaña Jiménez, Luis Ugartechea Begué y José Antonio Hernández Fraguas, por varios millones de pesos, investigaciones que también se encuentran sin avances, donde estos políticos siguen en funciones o simplemente paseándose por la entidad bajo la impunidad, después de haber sido responsables de endeudar a la capital y por consecuencia heredar el rezago de la Ciudad Patrimonio, sin que la justicia los alcance por sus delitos cometidos.
Cabe señalar que los gobiernos salientes y entrantes de los últimos cinco periodos municipales se han denunciado públicamente unos contra otros sobres temas de deudas, daños y robo del patrimonio de los oaxaqueños.
Uno de los ejemplos más visibles, ha sido el desfalco al fondo de pensiones, en el que ya existen denuncias de los propios beneficiarios que por años no ha recibido su finiquito, explicando que la última afectación fue por 40 Millones de Pesos durante la gestión de Oswaldo García Jarquín, recurso público que no se sabe su destino.
Hasta el momento, la capital oaxaqueña se encuentra en una situación de crisis que poco han podido resolver las autoridades.