Metztli Beltrán
24 días le quedan a Oswaldo García Jarquín para concluir su cargo como Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez, quien no pudo resolver las problemáticas más sensibles que aquejan a la capital: la recolección de basura, el ambulantaje, los baches, la inseguridad, la falta de obra y atención a grupos vulnerables, entre otros.
Emanado del partido de la Cuarta Transformación (4T), Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), García Jarquín arribó a la capital, favorecido con el voto ciudadano quien confió en ese mentado cambio de los funcionarios públicos de siempre, bajo el lema “No mentir, no traicionar y no robar”, sin embargo, la situación fue totalmente distinta, donde los capitalinos se sienten defraudados.
Aún así, sin parecer importarle el sentir ciudadano, a través de sus redes sociales dio a conocer sus aspiraciones a la gubernatura de Oaxaca, inscribiéndose como precandidato en MORENA, donde la crítica fue dura, pues entre burlas y malestar general, los comentarios fueron de desprecio hacia su actual administración.
De puertas cerradas
Con endeudamiento millonario, falta de equipamiento de camiones recolectores de basura propios para el Municipio, operativos fallidos para desalojar a los ambulantes, cercar el primer cuadro de la ciudad aislando a los comerciantes informales a las avenidas y calles del Centro Histórico, colapsando la economía de los comerciantes establecidos y locatarios de Mercados Públicos, así como las múltiples denuncias de los elementos de seguridad al sufrir precariedad en equipamiento, capacitación, desinfección y limpieza de áreas y equipo durante la pandemia, sin filtros sanitarios, ni campañas de concientización, siendo Oaxaca de Juárez el primer municipio con más casos, muertes y contagios de covid-19, además de manifestaciones de padres enfurecidos por recibir calzados escolares de baja calidad, la falta de obras y servicios en agencias y colonias, la inseguridad a cualquier hora del día, la molestia de los sindicatos y sectores sociales que no fueron escuchados ni atendidos, por mencionar algunos, fueron los desatinos de Oswaldo García Jarquín.
Mientras tanto, Francisco Martínez Neri, edil electo, sabedor de las graves problemáticas que hereda, ha iniciado los procesos de entrega recepción, del cual la ciudadanía espera un informe sobre la administración que recibe.