A los 39. Transparentar, ayuda al negocio y protege al periodismo

Miradas de reportero

Por Rogelio Hernández López

Señores empresarios y directivos de los 39 medios de prensa que emitieron un insólito comunicado conjunto el 3 de diciembre, les propongo cinco temas para su estrategia que diseñan por la protección al ejercicio del periodismo.

Estos puntos son para reducir vulnerabilidades de los periodistas, incluida la que nos ha provocado a todos esa dañina atmósfera de incredibilidad y desprestigio social causados por la opacidad en la indispensable relación comercial con los gobernantes, por venderles espacios para su propaganda disfrazados de noticias o, peor aún, autocensurándose. La transparencia es nuestro tema tabú y tenemos que abrirlo al público para ponerle remedios.

La carta de intención de los 39

Para quienes lo ignoren, el 3 de diciembre ocurrió una novedad mayor en nuestro entorno. Con el título ¡Basta ya! se difundió una carta de intención de 39 medios de comunicación, entre los que se encuentran Televisa, TV Azteca, Milenio Multimedia, MVS, El Universal, Excélsior, La Jornada, los grupos de Radio Centro y Formula, además de un número importante de empresas de los estados.

Todos los interesados en el ejercicio periodístico compartimos el diagnóstico de las causas de la violencia exacendrada contra el medio y la preocupación por la altísima impunidad que atiza más violencia.

Sus acuerdos, que ya deben estar implementando, son:

1.- Desarrollar una estrategia conjunta de prevención de ataques, con efectiva coordinación y solidaridad cuando se requiera;

2.- Constituir un Grupo de Trabajo para formular ese plan estratégico;

3.- Establecer canales de comunicación con instituciones de derechos humanos;

Cinco temas para su estrategia

En otra columna este reportero ponderó que la mejor parte del documento de los 39 es su reconocimiento tácito de tres grandes vulnerabilidades de los periodistas causadas por malas prácticas empresariales: “Malas condiciones laborales, escasa capacitación y deterioro ético de la profesión (y su aceptación de que) son en sí mismos factores graves de riesgo”.

Cientos de periodistas y decenas de organizaciones civiles hemos confluido en propuestas para reducir al menos cinco grandes vulnerabilidades, propuestas que podrían ser convertidas en programas en la estrategia de protección integral de los 39 medios:

1. Contra la vulnerabilidad profesional y social;

2. Contra la vulnerabilidad por agravios y violencia;

3. Contra la vulnerabilidad por el régimen legal;

4. Contra la vulnerabilidad organizativa profesional; y añadir

5. Contra la vulnerabilidad por el descrédito social.

Sobre los contenidos de esos programas repetiré fragmentos que expuse recientemente en una colaboración especial reciente entregada al Programa Universitario de Derechos Humanos del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Para lo profesional y social, el programa debe aspirar a elevar las capacidades académico-profesionales con el soporte de entidades de nivel superior. Esto es la primera condición para la autoprotección del ejercicio.

Un programa nacional de profesionalización, que incluya pautas éticas debe tener el respaldo de la la Secretaría de Educación Pública y el aval der la UNAM. Esta línea estratégica requiere tantos programas estatales como sea posible, en los que universidades públicas o/o privadas instituyan planes permanentes de actualización profesional. El financiamiento de un programa así debe ser tripartito. La profesionalización es factor para la obtención de mejoras laborales.

Contra la vulnerabilidad social se podría lograr compromisos con los gobiernos para incorporar a programas existentes de protección social a periodistas más frágiles, ya porque son Free lance, desempleados o porque se encuentren en contingencias de alto riesgo.

El tema de los agravios a periodistas y medios ha sido el más diagnosticado y atendido en los años recientes. La mayoría de organizaciones internacionales y nacionales que defienden derechos humanos y libertad de expresión, comparten una agenda que se ha ido implementando paulatinamente.

Al respecto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha recogido la mayor parte de esta agenda con recomendaciones puntuales y propuestas de reformas a leyes secundarias y códigos penales y civiles, incluso ha propuesto sancionar las omisiones e incumplimiento de fiscales, ministerios públicos y jueces.

Una de las vulnerabilidades más sentidas es la jurídica. Es muy limitativo el enfoque de conceder protección cautelar, como dádiva y no reconocer al periodismo como sujeto social del interés público para garantizar su actuación segura porque su función y responsabilidad es de alta importancia social y política para gobernantes y gobernados.

La creación legislativa de normas jurídicas requiere la participación de periodistas y empresarios de los medios, por poner orden al abigarramiento de leyes y sobrerregulación y, además avanzar en lo principal que es el reconocimiento de al menos 14 derechos para ejercer el periodismo que, en esencia son para garantizar los libres flujos de la información.

Y el tema tabú

Ustedes, empresarios y directivos de los 39 medios, al igual que todas y todos los que ejercemos el periodismo en México, sabemos que un tema casi tabú es el gasto público publicitario, del que hablamos en voz baja y sin testigos, pero paradójicamente la mayoría absoluta de los medios, tantos industriales como los más modestos, obtienen ingresos de esa relación comercial.

El monto total de ese gasto con recursos públicos tanto de los tres poderes de la federación, de estados, municipios y órganos desconcentrados, probablemente rebasa ya el 20 por ciento del gasto total publicitario que en 2017 seguramente será superior a los 120 mil millones de pesos.

Ese gasto se fue incrementando año con año y alcanza para casi todos los medios (aunque, entre los 39 se queda más del 70 por ciento). Pero el manejo opaco y alegal de ese intercambio comercial conduce a malas prácticas profesionales que demeritan a ambas partes y crean percepciones de maldad y derivan en el distanciamiento social con periodistas y medios. Descrédito pues.

En la introducción de la Carta de los 39 reconocen que medios y periodistas no contamos con el reconocimiento y menos el apoyo de los ciudadanos. Anotaron: “La batalla contra la impunidad solo será eficaz si tenemos de nuestro lado a una sociedad que sepa que con cada asesinato de un periodista se le arranca de las manos su derecho a saber.”

A varios de los dueños y directivos de estos 39 medios les fue mostrado, hace casi 4 años, el borrador de una iniciativa de ley para regular y transparentar el gasto publicitario, borrador enriquecido desde varios ángulos y fue frenado cuando estaba por presentarse al poder legislativo. Trascendió que fueron tres grandes empresarios los que se opusieron. La Suprema Corte de Justicia ya ordenó que se haga la ley respectiva para el mes de abril.

Es tiempo de abrir más el tema. Pocos empresarios entienden que son factores indispensables del negocio en los medios la profesionalización y la ética en periodismo, más la transparencia en el intercambio comercial. Todas y todos requerimos la confianza ciudadana. No sólo para la credibilidad de medios y profesionales sino también para reducir ese descrédito social que ha facilitado la violencia.

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