Miradas de reportero
Por Rogelio Hernández López
Faltan elementos para poder asegurar que las constantes referencias presidenciales a la prensa “fifí alimentan más esa atmósfera nacional adversa que, por décadas, ha propiciado agresiones contra las y los periodistas más vulnerables.
No obstante, los primeros datos comprobables y públicos son para estimular nuestro pesimismo: tan sólo en los 29 días de febrero se registraron 54 agravios. Lo que alarma es que fue menor el promedio mensual de 2018, 45 ataques. Esto indica que la tendencia de agresiones ya subió otro 20 por ciento. Y faltan los recuentos de marzo.
Por su estilo de comunicación política diario, sincero y cercano el presidente tiene constantes denostaciones a medios de prensa que no le agradan.
Ya se ha visto, sobre todo en las redes sociales, que eso concita climas negativos contra todos los periodistas por efecto colisión. Esos climas no nos ayudan a personas y mecanismos que hemos buscado frenar ese aciago ciclo de lastimaduras que ya lleva casi 20 años.
En varias reuniones de colegas profesionales que no cabemos en la “clasificación” de fifís se ha comentado la paradoja resultante de que, por un lado el presidente anuncie que se mejorará el mecanismo de protección a periodistas, y, por el otro lado alimente las antipatías de sus seguidores contra quienes ejercen la profesión convencionalmente. Esos climas constantes son los que estimulan esa atmósfera adversa que no se ha podido frenar. Ya son siete las personas vinculadas al ejercicio del periodismo que han sido asesinadas en cuatro meses, de diciembre a la fecha.
¿Cómo ayudarle al presidente para que nos ayude a detener ese ciclo de agravios y muertes contra periodistas vulnerables? Una forma es enterarlo bien y a todos los interesados de su gobierno.
La tendencia
Una de las organizaciones civiles que monitorea agravios a medios y periodistas es la de origen inglés, Artículo 19. Desde que designó como su directora regional a Ana Cristina Ruelas elevó su interlocución con el gobierno federal de México, al grado de que tiene un asiento en el Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas y asesoran a su gobierno en varios proyectos de ley.
Esta misma organización es la que pone las alertas regularmente. Su recuento de agresiones a medios y periodistas indica que desde el año 2000 la tendencia no ha podido detenerse.
En 2015 contó 397 agravios (promedio mensual de 33.33)
En 2016 documentó 497 casos (subió a 41.41 el promedio por mes).
En 2017 su registro fue 42.25 como promedio mensual (507 casos).
En 2018 las agresiones documentadas por Artículo 19 fuero 540, lo que hace un promedio mensual de 45.
Y, siguió subiendo esa tendencia.
Para 2019, otro organismo que defiende libertad de expresión y periodismo, la Asociación Periodistas Desplazados de México informa en su Plataforma de Seguridad para la Protección del Periodismo en México “Guardian”, que tan solo en los 28 días de febrero el promedio mensual aumentó 20 por ciento respecto al promedio consolidado de todo 2018.
“Del período del 1 al 28 de febrero, se contabilizaron 54 agresiones directas a informadores, ataques a cuatro medios de información de prensa escrita, y a una radio”.
El promedio mensual de 2018, en tiempos de Peña Nieto, fue de 45 agravios.
El clima
Los relatores de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (OEA) y de la ONU se han dirigido a Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña y a López Obrador para insistir en que la primera medida que se espera de un Estado es que sus dirigentes reconozcan permanentemente el valor que tienen los defensores de los derechos humanos y los periodistas para la sociedad y la democracia. Reporteros sin Fronteras inició procedimiento contra los presidentes anteriores en el Tribunal Internacional de La Haya por “omisos” y corresponsables de la atmósfera que incentivo agravios y crímenes.
Por algunas acciones de funcionarios del nuevo gobierno federal, algunos periodistas vemos signos de voluntad política para detener esa tendencia contra periodistas vulnerables. Pero las contantes declaraciones presidenciales no les ayudan tampoco a ellos.
Por esa percepción es que los directivos de su aliado Artículo 19 le dirigieron una carta en enero al Presidente López Obrador pidiéndole recato.
“Por esto Señor Presidente, lo instamos de manera respetuosa a adoptar un discurso público favorable a la libertad de expresión y que contribuya a prevenir cualquier tipo de violencia contra quienes ejercen el periodismo. El proyecto político que encabeza requiere de la mayor pluralidad de voces, sumar a más actores, no restar ni excluir a quienes puedan incomodarlo. Esa es premisa fundamental para avanzar a una de verdadera democracia”, asienta la carta abierta.
Sin embargo, apenas el 26 de marzo, durante la conferencia matutina el periodista Pedro Ferriz III le preguntó al presidente “¿podemos dejar de confrontarnos entre fifís y no fifís y trabajar juntos por México?”
En su respuesta aseguró que su gobierno “jamás va a atentar contra la libertad de expresión”, que los medios tienen derecho a disentir. Pero otra vez agregó que la categoría “fifí” se utilizó para caricaturizar a la prensa opositora al Presidente Francisco I. Madero, quien los definió como “fantoches, conservadores, sabelotodo, hipócritas y doble cara”.
La pregunta que espera confirmación es si ¿Fomenta o no, esos calificativos, los climas negativos contra todos lo que ejercen el periodismo, se ubique o no en la prensa fifí? , (rogeliohl111@gmail.com).