La Minuta
A días del incendio en la refinería “Antonio Dovalí Jaime” en la región del Istmo, este martes amanecieron peces muertos así como una gran mancha negra en la playa “La Ventosa” en Salina Cruz. De acuerdo con habitantes de la zona, decenas de animales marinos comenzaron a quedar varados en la zona luego de la conflagración de 500 mil barriles de crudo en las instalaciones de la refinería de Petróleos Mexicanos el pasado 14 de junio, que dejó una persona muerta.
Señalaron que son alrededor de 500 familias las afectadas directamente en este lugar entre pescadores, restauranteros y prestadores de servicios. Ante el hecho, ni autoridades ambientales ni Pemex se han hecho responsables, pese a que, también, días después del incidente, campesinos reportaron la muerte de sus animales tras beber agua contaminada.
Los responsables de PEMEX no han salido a dar a conocer en qué situación se encuentra la flora y fauna marina, a pesar de que la población en general sabe y conoce que la situación es crítica y grave. El silencio de la paraestatal no es ajeno, debido a que desde hace más de 37 años, ha sido esta su tónica de trabajo.