Esta atmósfera de odio es porque colmaron a López Obrador

Miradas de reportero

Por Rogelio Hernández López

Un joven maestro de educación física, interesado en la política desde púber, externó dos preguntas que seguramente mucha gente se hace:

— ¿Por qué hay tanta agresividad en los medios contra Andrés Manuel?

— ¿Quién y cuándo comenzó esto? —

Como reportero veterano, ya con 43 años observando a los políticos mexicanos, le respondí:

— Desde 2005, más o menos, comenzó, en México esta era de acciones oscuras, para impedir que creciera el liderazgo social de un político que conocía la entrañas del régimen de partido hegemónico con altas dosis de corrupción, porque provenía de allí.

— Hay que recordar – proseguí– el desafuero que le promovieron entonces, cuando era Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, para impedirle que fuese candidato presidencial. En esos días aparecieron las primera señales de juego sucio, de lodazal y también de cómo los grandes medios de prensa aceptaban ser parte al difundir. por ejemplo, los videos filtrados que golpeaban al discrepante. También aquí empequeñeció la ética en la prensa. Fueron los vídeos del llamado Señor de las Ligas y el de un funcionario capitalino en Las Vegas (Gustavo Ponce).

— Ese tiempo de canallas, ha seguido desde entonces. Y empeoró porque lo que debería ser debate por modelos de país o por soluciones a los grandes problemas nacionales, el medio ambiente se envileció más, porque quienes querían anular a Andrés Manuel comenzaron a meterse con su persona, con su familia, a tratarlo como enemigo mortal y no como adversario político. Ese envilecimiento de la política creó una atmósfera, más que polarizada por las ideas, de odio a las personas. López Obrador es causa y también efecto porque no se ha dejado. Lo tienen colmado.

Demasiados políticos envilecieron

El ambiente de odio se hizo atmósfera nacional al seguir creciendo al grado que ahora los más canallas aprovechan cualquier circunstancia, sin temor a parecer como animales.

El concepto de atmósfera, en sentido coloquial, según afirman académicos de la lengua española, hace referencia al ambiente o ánimo que rodea a una persona o comunidades. En este caso ya envuelve a toda la ciudanía mexicana. En ambientes de odio cualquier ética se desfigura.

Otro ejemplo más reciente, que no referí al joven maestro de educación física, ocurrió a propósito de la tragedia humana por el accidente en la línea 12 del metro.

Debimos guardar tres días el duelo nacional por las víctimas. Pero la canalla política tampoco eso respetó.

Lo extremoso fue de panistas que llegaron al lugar de la desgracia –cuando aún olía a muerte– para ofrecer conferencia de prensa y pedir desafueros para sus adversarios, todos cercanos al Presidente López Obrador.

En minutos también, medios convencionales y digitales al tiempo que ofrecían información necesaria –como debe ser—se fueron atiborrando de especulaciones, juicios morales y acusaciones de “líderes de opinión” y de políticos, en buena parte contra el gobierno federal y sus principales personajes.

Todo esto que dije al joven profesor son observaciones empíricas, como reportero político. Pero ya ha sido documentado por investigadores que han estudiado durante años al sistema político mexicano y a sus medios de comunicación.

Dispositivo de poder vs AMLO

La socióloga de la Universidad Iberoamericana Ivonne Acuña difundió dos ensayos en el sitio de Julio Astillero con el nombre de “La ciudadanía: rehén de una clase política en crisis” y “Sigue operando el dispositivo de poder en contra de AMLO.”

La socióloga explica que la polarización obedece a las embestidas que ha sufrido Andrés Manuel López Obrador de una vasta red de opositores desde 2005, red a la que llama “Dispositivo de poder”:

“Un dispositivo de poder –explica– de acuerdo con el pensador francés Michel Foucault, es ´Una red que vincula elementos heterogéneos como discursos, instituciones, disposiciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filantrópicas, filosóficas y morales.”

Quienes han sobresalido, dice, son publicistas como Antonio Sola, creador de la campaña “López Obrador es un peligro para México”: intelectuales como Enrique Krauze con su texto “El mesías tropical”, como Roger Bartra con su libro, “Regreso a la jaula”, como la odontóloga Laurie Ann Ximénez-Fyvie y su libro reciente “Un daño irreparable”, como Gilberto Guevara Niebla y su ensayo “La decepción y la esperanza”.

La académica recuenta también un sinfín de declaraciones, artículos y comentarios que agreden a lo personal, entre los que sobresalen Gilberto Lozano líder del Frente Anti-AMLO (FRENAA), Fernanda Familiar relacionada con la esposa de Genaro García Luna, Felipe Calderón, Roberto Madrazo, Carlos Loret de Mola, el payaso Brozo y, en especial Héctor Aguilar Camín, quien llamando pendejo al Presidente ha logrado nuclear a escritores, artistas y otros para firmar desplegados de inconformidad.

La académica también refiere como parte del “Dispositivo de Poder” al Instituto Nacional Electoral (INE), por sus excesos políticos. Refiere al fraude electoral de 2006; los candados para evitar una sobrerrepresentación mayor al 8% en la Cámara de Diputados “que, si fueron permitidas en 2012, 2015 y 2018 bajo las mismas leyes electorales.”

En ese contexto ubica ella el retiro de las candidaturas a gobernador de Raúl Morón, en Michoacán y de Félix Salgado Macedonio, en Guerrero que fueron aplicando la ley con “un rigor nunca visto” y porque no se dio el mismo trato a institutos como el Partido Revolucionario Institucional y el

Partido Verde Ecologista de México cuando violaron abiertamente la ley electoral a través de las Tarjetas Monex y Soriana del PRI y los kits propagandísticos, papel para envolver tortillas y cine minutos del Verde, durante los procesos electorales de 2012 y 2015, o en el 2017 cuando el PRI gastó a manos llenas, superando con mucho los topes de campaña, para seguir gobernando el Estado de México.”

Lugar especial tiene en esta red, el bloque “Va por México”, argumenta la investigadora, que es la alianza apoyada por los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos Walther, ex presidente de la Coparmex, quienes olvidan “los hechos de enorme corrupción y mala administración que les hicieron convertirse en una débil oposición política”

“Habría que añadir a las partes de este dispositivo de poder, el importante papel de los medios de comunicación, cuyos dueños han sido francamente antilopezobradoristas”, asegura.

El Odio en los medios

Otra investigación reciente es del doctor Rodrigo Peña del Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México quien comentó hallazgos de una grave y preocupante polarización política con odio en las redes sociales. Un resumen de estas conclusiones fue expuesto en el sitio de la revista Expansión el 11 de abril

“Sabemos que las publicaciones a las que se les invierte dinero público vienen de todos los espectros, y todas generan el mismo debate pobre, falso, basado en insultos y descalificaciones, en reducciones de temas de mayor complejidad”. (Subrayados de RHL).

“Hay espacios muy concretos a los que le estamos poniendo atención, desde la mañanera (del presidente López Obrador) hasta las réplicas que hacen los ‘adversarios’. Esta polarización y discurso de odio se genera de ambos lados, y es un tanto artificial…”

El Frente común anti-AMLO” — dijo en una conferencia de prensa– “que opera desde junio de 2017, gana seguidores gracias a insultos y descalificaciones hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, refiriéndose a él como: “basura”, “pendejo” o “el cacas”.

“Además, se emplean hashtags como #AMLOenfermomental #Amlocausto y #Lopezgenocida. El número de miembros del grupo pasó de 12,758 en marzo de 2020 a 33,263 en marzo de este año, lo que representa un crecimiento del 160.72%.

“La difusión de mensajes de rechazo a AMLO para aumentar el número de miembros es similar al comportamiento de otros veinte grupos en la red social Facebook. Juntos conforman una comunidad de usuarios opositores a la 4T, que coinciden gracias a las cámaras de eco que propician las plataformas digitales”.

Ese eco, se repite una y otra vez en medios de prensa de corporativos, en su mayoría confrontados con el gobierno federal pero que no lo dicen abiertamente, comenta este reportero.

Disfraz de ética

Respecto a ese comportamiento general y el que han tenido los grandes medios tras el accidente del metro lo interpretó así en su muro de Facebook el veterano periodista, experto en ética periodística, Gerardo Albarrán de Alba:

“Lo grave no es que la gran prensa tradicional asuma posiciones políticas (eso no sólo es esperable, sino hasta necesario), lo que es peligroso es que lo haga desde falsas neutralidades para

ocultar su vergonzante parcialidad. Al pervertir su función vigilante, esa prensa atenta contra la democracia que dice defender e incurre en un populismo fascista. ~ #HeDicho”

A ese comentario este reportero añadió:

Esa perversión es porque, aparte de omitir normas como la verificación, el equilibrio y justeza también estimulan esa atmósfera de caos para sumarse, en los hechos, a quienes erróneamente tratan como enemigo mortal (con odio) a un adversario político que supo conquistar más atractores sociales para corregir lo que ellos arruinaron.

Faltan 27 días para las elecciones contemporáneas en México. Lo que debiera ser una fiesta cívica y en paz se ha convertido en una atmósfera de odio por políticos decadentes en todos los partidos. El odio, como se ha probado históricamente es el causal más recurrente de la violencia. Seguiremos observando.

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