MARCHANTE. Por Juan Sosa Maldonado

Presidente, pisaré esas calles nuevamente. A pesar que a nosotros se nos ha orillado a la sobrevivencia y al olvido. No por falta de discursos, que de ellos tenemos ríos y mares de palabras. Es porque a los políticos les falta honrar con los hechos la palabra empeñada.

Marchas, grandes recepciones para personas encumbradas por la política y el dinero, discursos, mesas de diálogos por la paz mientras los muertos se amontonan por miles también en este sexenio. Se nos sigue diciendo que es culpa de los otros. Y no.

Tampoco es culpa de los otros que a los desplazados por la guerra interna se nos ignore y se relegue al olvido, en último caso se nos dirá que es culpa de nosotros, y no. No aceptamos la carga del pecado original de nacer pobres, descendientes de quienes fueron esclavizados.

Se nos gritará que en este sexenio se ha hecho más por los pobres que en cualquier otro. Se oculta que mientras a los pobres se lanzan migajas, los grandes empresarios locales y extranjeros el oro se lo llevan por toneladas. Mientras nosotros perdemos, ellos ganan.

El griterío de quienes se dicen de derechas o izquierdas pretende que olvidemos que tanto unos como otros trabajan para la derecha de verdad, los opulentos dueños del mundo, unos cuantos. Mientras, millones de seres humanos padecemos, morimos en la miseria. Somos la izquierda.

Por que sí, morimos, desaparecemos primero los pobres…

los más de 43…

¡Vivos los queremos!

Desde un rincón del exilio,

Juan Sosa Maldonado

Defensor de Derechos Humanos

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