David Ortiz
De los 570 Municipios que conforman Oaxaca, que por su extensión y cercanía a la capital, uno de los que más destaca es Santa Lucía del Camino, zona de diversos comercios y prestadores de servicios, con principales vías de comunicación y sede de grandes eventos masivos, también es un referente por sus baches, áreas verdes y canchas deportivas abandonadas, gran proliferación de bares y giros negros, inseguridad y falta de obra pública que han propiciado un mayor índice de pobreza, ahora también sus autoridades actuales son señaladas por abusos durante y después de los constantes operativos alcoholímetros.
En tanto, a casi un año de la administración de Juan Carlos García Márquez, los habitantes de Santa Lucía del Camino han señalado que los operativos permanentes para detener a conductores con alcoholemia en su jurisdicción, arrastran una gran cantidad de vehículos y motocicletas, realizando detenciones y aplicando multas que generan una gran cantidad de dinero, dicha práctica a todas horas vincula a la Regidora de Seguridad Pública y Tránsito, María Libia Martínez Moreno y al director de la policía municipal, Marcos Fredy Hernández López, mientras que de los fuertes ingresos no se sabe el destino, ya que aseguran que las carencias y necesidades en ese Municipio continúan sin ser atendidas.
Cabe resaltar que García Márquez, en el año 2021, congregó a varios vecinos de la zona en inmediaciones del Fraccionamiento “El Rosario”, donde se manifestó en contra de los baches y con pala en mano, el actual edil y sus acompañantes empezaron a tapar los hoyancos del pavimento, sin embargo, fueron interrumpidos por elementos de seguridad locales, dicho acto le ganó seguidores y en tiempos de elección se destapó como aspirante a la Presidencia.
Posteriormente, ya en campaña como candidato por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Juan Carlos García Márquez, declaró que “Santa Lucía del Camino se encontraba en un estado crítico, inseguro, y con carencias como la falta de agua potable, la falta de luminarias y las pésimas condiciones de sus calles y avenidas”, prometiendo a los votantes darle la solución efectiva y revertir estas problemáticas, situación que actualmente y según los afectados, no ha sido cumplida.
Al inicio de su administración, en el mes de enero del 2022, los operativos en los bares se realizaron de forma constante, donde los resultados fueron detenciones y clausura de comercios por irregularidades, lo que meses después se revirtió, dando pie a la apertura de nuevos centros nocturnos y establecimientos con licencia de venta y consumo de bebidas alcohólicas, los cuales abren sus puertas desde muy temprana hora y cierran hasta tarde, sin importar la reglamentación, como por ejemplo, la distancia permitida entre este tipo de giros negros y las instituciones educativas, que no se respetan.
En los operativos alcoholímetros, la intimidación, abuso de autoridad, persecución y perjuicio económico, son las principales acciones que bajo órdenes se llevan a cabo por los elementos de seguridad y vialidad de Santa Lucía del Camino, donde una vez hecha la detención del conductor, se inmoviliza su unidad de motor y se traslada al encierro, cobrando el doble arrastre de la grúa aunque solo se haga un solo traslado y la capacidad de la misma abarque varios vehículos, mientras que el detenido es privado de su libertad y tiene que purgar una condena de hasta 48 horas, aunque también por una cantidad de 10 mil pesos puede salir libre, eso sí, sin ningún comprobante de pago.
Además, tendrá que purgar otros pagos por multas viales como la falta de licencia, tarjetón, placas e infracciones acumuladas, que la autoridad pone como condición para poder liberar el medio de transporte confiscado, cuentas que alcanzan los 18 mil pesos por persona, tal y como se expresa en un documento “oficial” de denunciantes.
Dichas prácticas se replican en el actual trienio, tal y como lo hacía su antecesor Dante Montaño Montero, donde fungió como funcionaria la ahora Regidora de Seguridad Pública y Tránsito, todos ellos pertenecientes a la corriente política morenista.
Finalmente, los especialistas en la materia de prevención de accidentes recomiendan que estas acciones deberían de hacerse desde el establecimiento comercial, invitando a los consumidores a pedir el servicio de transporte público y así evitar que manejen en estado inconveniente, o pedir la ayuda de un familiar o amigo que se ofrezca como conductor designado abstemio, bajo los principios de una cultura vial.