Miradas de reportero
Por Rogelio Hernández López
Casi puedo asegurar que no podré exponer este asunto a Andrés Manuel, tampoco a César, a Jesús, ni a Encinas y ni siquiera a Virgilio. Pero si abrieran el chance (quizá porque valoren que somos viejos conocidos), comenzaría sugiriéndoles que si quieren ayudar a los periodistas, por favor ¡No improvisen!
Es que ya son tres sexenios en los que los presidentes del país no entendieron que nuestras crisis de inseguridad tienen causas estructurales y ahora, parece que ellos tampoco conciben este fenómeno en su contexto; por eso, en lo que dijo AMLO, se refleja que solo se les ocurre organizarnos y meternos más a la Ley Federal del Trabajo como oficiantes. En ambos casos reducen nuestra importancia como profesionistas con derechos y como actores vitales para una democracia con la comunicación social suficiente.
Para no improvisar
Si hubiese oportunidad, le informaría a López Obrador, o alguien de su confianza del gabinete próximo, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos solicitó a la UNAM —hace más de un año– una revisión de la situación de los periodistas mexicanos y el rol de la CNDH.
Complementaría con datos que esa petición fue derivada por la UNAM al Programa Universitario de Derechos Humanos del Instituto de Investigaciones Sociales y que el investigador experto en el tema, Raúl Trejo Delarbre, coordinó encuestas, entrevistas, estudios y ensayos con presuntos conocedores del tema y que, además, los mejores trabajos aparecerán, en semanas, como un informe especial.
La segunda sugerencia al equipo preparatorio de AMLO como futuro presidente, será que conozcan ese informe para que ponderen la seriedad de los estudios y opiniones ahí compiladas así como de los alcances y conocimientos de sus autores para que contrasten con sus dos ocurrencias de organizar a los periodistas y promover sus derechos laborales solamente.
¡No improvisen! machacaría
La propuesta de protección integral
El doctor Trejo Delarbre, uno de los más conocedores de los medios y el ejercicio del periodismo me hizo el honor de invitarme a ser uno de los ensayistas de la investigación y futuro autor del informe en forma de libro. Su petición fue porque supuso que, además de periodista veterano (40 años de ejercer) tengo alguna elaboración (cuatro libros y 12 ensayos) de lo que debe ser la protección integral a los periodistas, como sujeto social activo; sujeto separable en lo conceptual y operativamente, de las empresas de prensa, como en un mercado de la información dominado por pocos grupos.
De las 20 cuartillas que le entregué a Raúl, esta es una sinopsis, siempre con el énfasis que es indispensable una mirada y un plan integrales de protección (no solo cautelar o laboral):
Los pasos básicos
Uno.- Lograr una sola metodología para el monitoreo y análisis de los agravios a periodistas, y así́ poder homologar las bases de los diagnósticos y abonar para una sola estrategia..
Esto es indispensable porque cada año se hacen y difunden al menos 13 monitoreos y diagnósticos diferentes por usar metodologías distintas, según el origen nacional y la agenda de intereses del grupo evaluador. Por eso, todos arrojan resultados numéricos diferentes, lo que dificulta el trazo de una sola estrategia.
…Y, la falla mayor está en la instancia oficial que debería tener el diagnostico más riguroso para guiar su trabajo, el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaria de Gobernación. Se instaló́ en octubre de 2012, pero ni siquiera ha logrado hacer funcionar su Unidad de Prevención, Control y Análisis que ordena la ley (Esa unidad inició al comienzo de 2017, pero sigue sin hacer monitoreo ni diagnósticos)
Dos.- Seguimiento a las recomendaciones de la CNDH sobre libertad de expresión. Firmar un convenio para vigilar al vigilante de funcionarios públicos (los que más agresiones cometen contra periodistas) así́ como del buen desempeño de las instituciones públicas que debieran proteger el ejercicio del periodismo.
Tres.- Fundar un programa especial de investigación multidisciplinaria sobre las seis grandes vulnerabilidades de los periodistas para elevar sus fortalezas profesionales. Este se podría hacer viable mediante un convenio de colaboración con la Presidencia de la República o la Segob o el Congreso de la Unión, o con todos. Un programa así́ podría generar y recomendar legislación para reconocer los derechos profesionales y diseños de políticas públicas.
Cuatro.- Crear un programa de extensión académica y capacitación continua para medios y periodistas… y además facilitar la titulación por trayectoria profesional, aunque los periodistas alumnos no hayan estudiado en la UNAM. (…)
Y por eso puedo proponer a la CNDH y a la UNAM una mirada más amplia para entender las causas del fenómeno de agresiones y una serie de propuestas para una protección integral de los periodistas mexicanos.
III. Un acercamiento a la protección integral
Para abonar esa semilla de la vinculación de dos entidades con autoridad moral y reconocimiento social (UNAM y CNDH), se pueden conseguir más aliados entre los periodistas y organizaciones profesionales que les preocupa el problema. Un sector de informadores profesionales hemos buscado alternativas que trasciendan lo cautelar, lo policiaco.
En diciembre de 2014, Freedom House presentó en su portal una elaboración de mi autoría como parte de un convenio con la asociación civil mexicana emergente llamada Casa de los Derechos de Periodistas (CDP). El trabajo se llama Prontuario de recomendaciones para fortalecer a periodistas vulnerables de México. Lo siguiente es un resumen con datos actualizados y propuestas sintetizadas.
En el prontuario de 50 páginas se hace el esfuerzo por ubicar el tema de agravios al periodista más allá́ del ámbito policiaco y de justicia, ampliar la mirada a los factores estructurales que han prohijado grandes vulnerabilidades a los periodistas, perfilar una respuesta integral con el objeto de allegarles fortalezas sociales, gremiales, derechos profesionales y otras para que dejen de ser sujetos de atención para la justicia y seguridad y puedan convertirse en actores de su propia defensa y desarrollo.
Se necesita ese 5 por ciento
Y lo que me faltó argumentar allí, como respuesta a la pregunta que siempre hacen los pragmáticos de
¿con qué dinero hacer todo eso?
La respuesta es otra elaboración, ya preparada, de un Programa Integral para reducir vulnerabilidades de los periodistas que puede financiarse fácilmente si se asigna un 5 por ciento del gasto público federal en publicidad.
Esta decisión es ahora absolutamente viable en momentos en que un equipo de AMLO, donde participa el reportero Jesús Ramírez Cuevas, revisa las condiciones de una ley de comunicación social que quiere trastocar el mercado de la información.
El 5 por ciento del gasto federal en publicidad significaría unos 600 millones de pesos, de los 2 mil millones que se destinarían a ese rubro en el presupuesto de 2019. Pero ese otro tema, aunque complementario. No improvisen. Ya hay diagnósticos actualizados, propuestas y las tienen CNDH y el Programa Universitario de Derechos Humanos del IIS-UNAM.