Francisco Rivera
Han trascurrido 7 años del asesinato de los activistas de origen finlandés; Beti Cariño y Jyri Jaakkola, perpetrado durante el ataque armado a la carava motorizada “Justicia por la Paz”, la cual se dirigía a San Juan Copala, Oaxaca, el pasado 27 de abril del año 2010. Mientras tanto, la fiscalía general de Justicia del Estado de Oaxaca no ha aportado más pruebas que permitan identificar al os autores materiales del homicidio.
Ante ello, el dirigente de la organización social Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), Omar Zarate, refirió al respecto:
“Durante estos largos siete años en nuestra exigencia de justicia, no hemos estado solos, reconocemos el acompañamiento, la solidaridad, y el compromiso de las organizaciones y personalidades que se han unido a la exigencia de justicia que Bety y Jyri, esperan”.
Sin embargo:
El gobierno busca simular un juicio, descalificando las pruebas que señalan la responsabilidad de los agresores, mientras los testigos y víctimas que participaron en la caravana, han sido sujetos de acoso, amenazas permanentes, agresiones y todo tipo de hostigamientos”, indicaron.
Cabe hacer mención, que Beti Cariño, era reconocida por su labor en defensa del agua, la soberanía alimentaria, la conservación del suelo y el derecho al a autonomía de los pueblos indígenas. Hoy son recordados en su aniversario luctuoso, por su esposa, familiares y amigos, quienes demandaron JUSTICIA.