Julisa Sánchez / Tucán
Oaxaca de La ciclovía instalada en el Centro Histórico de Oaxaca de Juárez y que conecta con accesos hacia Santa Lucía del Camino, está lejos de cumplir su función principal: facilitar una movilidad segura para ciclistas. Hoy en día, el trazo es ocupado para estacionamiento, zonas de carga y descarga, comercio informal e incluso como extensión de terrazas y mobiliario urbano.
La obra, construida durante el gobierno de Alejandro Murat, tuvo una inversión superior a los 17 millones de pesos para apenas 15 kilómetros de extensión. Sin embargo, a pesar del gasto millonario, esta infraestructura no cuenta con mantenimiento ni vigilancia, y tampoco existe cultura de respeto hacia a los ciclistas.
Vecinos y usuarios denuncian que la ciclovía fue “hecha al vapor”, sin estudios de movilidad ni proyección a futuro. En la práctica, aseguran, la ruta se ha convertido en un espacio improvisado para cualquier actividad excepto para pedalear.
Especialistas en urbanismo han señalado que una ciclovía no solo implica pintar líneas sobre el pavimento; requiere señalética, educación vial, conectividad y un plan de movilidad sostenible. Ninguno de esos elementos está presente en este proyecto.
Mientras tanto, los ciclistas continúan circulando entre autos, obstáculos y riesgos, cuestionándose qué fue lo que realmente se compró con esos 17 millones de pesos, además de las pésimas condiciones en qué actualmente se encuentra la vía de comunicación.



                    
                    
                    





