Julisa Sánchez
Envueltos en plástico para darle el detalle de nuevo, los miles de confinadores utilizados para la demarcación de la bici-ruta en la capital oaxaqueña y otros sectores de vialidad, presentan daños: raspones, manchas, desprendimiento del reflejante y suciedad que no oculta el envoltorio. Por el contrario, el plástico es dejado a propósito para que el ciudadano no visualice las fallas de los desnivelados confinadores viales.
Asimismo, la leyenda “Crear, Construir, Crecer” se observa manchada de residuos, junto con tres clavos oxidados por pieza, los cuales dan el toque especial de la mala calidad en el millonario proyecto.
La bici-ruta que ha sido cuestionada por los automovilistas, principalmente por los prestadores del servicio público al reducir los carriles y el flujo vehicular al colapso, tiene una inversión aproximada a los 15 Millones de Pesos, para pintura, confinadores, separadores de flujo y vialetas.
Además, la bici-ruta tiene una demarcación de 13.41 kilómetros para atravesar por las calles oscuras y llenas de baches del Municipio de Oaxaca de Juárez y Santa Lucía del Camino, senderos donde impera la inseguridad y el abandono.
Por otra parte, el Municipio de Oaxaca de Juárez, quien es el guardián del Patrimonio Cultural de la Humanidad, aun no ha objetado por la perforación de las calles de la capital, además de que los colores utilizados van en contra del catálogo de pinturas, acciones que se suman a la maltratada imagen del Centro Histórico, entre ambulantes, grafitis y basura.
Finalmente, la falta de cultura vial, el otorgamiento masivo de licencias de conducir solo con el pago administrativo, la ausencia de reordenamiento en el transporte público, así como la reducción de carriles y la invasión de semáforos, harán de la vialidad un problema mayor que hasta el momento no ha sido atendido por Arturo López Sorroza, titular de la Secretaria de Movilidad y Transporte de Oaxaca (SEMOVI), responsable de la millonaria inversión.
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