Gregorio García
La falta de seguridad y luz, hacen que ciudadanos dejen su basura sobre las riberas del río salado a la altura de la tienda departamental, SAMS CLUB y la escuela primaria “Carlos Gracida”, los olores pestilentes y la grave contaminación que se genera por el abandono de todo tipo de desechos han convertido el lugar en un auténtico basurero.
Los reportes constantes por parte de los vecinos a las autoridades municipales y estatales para dar solución a esta problemática que aqueja día con día los habitantes de esa zona han sido en vano, pues las autoridades han omitido su responsabilidad.
Hasta el momento, el tiradero se extiende por más de 50 metros en diversos puntos.
Cabe resaltar que hace pocos meses, la Guardería “Cuidando Ángeles” A. C., especializada en la atención y cuidado de menores con parálisis cerebral severa que se encuentra a espaldas de esta zona de basurero a cielo abierto, tuvo que cerrar sus puertas restringiendo el horario por los olores fétidos que podían contaminar las curaciones y la alimentación de los alumnos especiales, haciendo también su denuncia pública y hacia las autoridades, los cuales siempre hicieron caso omiso aun tratándose del atentado a la salud de niñas y niños con problemas cerebrales.