David Ortiz
Legendarios, embellecedores, puntos de referencia, dadores de sombra, vigilantes, protectores de la fauna y proveedores de oxígeno, son algunas de las características de los árboles en Oaxaca y beneficios para los seres humanos.
Sin embargo, la indiferencia de las autoridades a nivel estatal y municipal han hecho que lentamente enferme, agonice y finalmente muera el arbolado oaxaqueño, algunos por la falta de agua, otros por ser ahogados lentamente por la plaga del muérdago y lo más triste por la tala, como remedio de prevención, tal y como sucedió hace unos años con las miles de palmeras atacadas por el escarabajo picudo negro de la palma.
Aún hay tiempo.
Más de mil árboles, tan solo en la capital oaxaqueña, sufren de plagas, pero el trabajo del municipio de Oaxaca de Juárez y del Gobierno del Estado de Oaxaca, es nulo, aún con los medios, personal y recursos para dar el mantenimiento fitosanitario a los seres vivos.
Centenares de documentos en diversos años sobre la prevención y atención dirigidos a las autoridades de ecología por parte de los ciudadanos preocupados y especialistas en el medio ambiente, han quedado en los archivos, otros casos, en donde la protección federal a través del recurso de amparo hace presencia, siguen la misma suerte.
En ese sentido, aún hay tiempo de atender la grave situación del arbolado de Oaxaca y el ejemplo lo da la iniciativa ciudadana a través de proyectos de preservación y rescate, los cuales se empujan a contragolpe en las instancias responsables.
Solo queda en las autoridades aplicar los recursos humanos y económicos para salvar a los guardianes del miedo ambiente.
De lo contrario, la historia cuestionara a los responsables por su omisión y no aplicar los impuestos en sus objetivos.
Spanish