Día del niño sin respeto a sus derechos en educación, salud y bienestar

Julisa Sánchez.

En México cada 30 de abril se festeja a los menores de la sociedad: las niñas y los niños, donde se realizan toda clase de actividades de contenido infantil, regalos, venta de juguetes, comida y espectáculos masivos que rinden homenaje a las infancias, sin embargo, tanto en el país como en la Entidad oaxaqueña las autoridades de los diferentes niveles y poderes poco han hecho para defender y hacer valer los derechos universales a la educación de calidad, a la atención de su salud y el bienestar en general, donde los escenarios sociales se ven opacados por una crisis económica, de procuración de justicia y de una falta de seguridad a cualquier hora del día.

En México, según cifras oficiales, hay más de tres millones de niñas, niños y adolescentes de entre cinco y 17 años que trabajan en jornadas exhaustivas, expuestos a peligros constantes, drogadicción, explotación y abuso sexual, entre otros.

Mientras que en Oaxaca, uno de los estados en los primeros lugares de trabajo infantil del país, existen más de 160 mil niños siendo explotados laboralmente, en su mayoría en el campo, pero sin descartar las calles y sus peligros, así como bares.

En tanto, al ocupar a los menores en actividades laborales, la ausencia en los centros educativos es visible, así como la deserción escolar cada vez va en aumento, un derecho constitucional y universal que a los mismos legisladores locales y federales parece no incomodarles, puesto que no se hace cumplir a cabalidad.

En el rubro de la salud, los pequeños “trabajadores” se ven expuestos a diversos riesgos y peligros durante sus jornadas diarias, realizadas sin ninguna previsión de accidentes, muchas veces expuestos a sustancias tóxicas, deshidratación, desnutrición, adicción a drogas y bebidas embriagantes, así como cargamentos pesados con secuelas de lesiones en un futuro, sin contar con una seguridad social.

Finalmente, la falta de garantías para los pequeños que apenas van formando una vida, afecta directamente su desarrollo psicológico, cognitivo, físico, moral y social, lo que reflejará en un futuro una sociedad quebrada, mediocre y angustiada, si desde ahora se sigue normalizando el trabajo infantil, la deserción escolar, la falta de atención en la salud y principales problemáticas que laceran a los infantes, nunca se saldrá del rezago y la pobreza extrema en Oaxaca.

Madrugada en el Andador Turístico de Oaxaca
Madrugada en el Andador Turístico de Oaxaca

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