Hacer libre a la gente es el objetivo del arte,
Por lo tanto, el arte para mi es la ciencia de
De la libertad.
Joseph Beuys
José Santos ha seguido un impulso de libertad para desarrollar su trabajo y su vida, no es que Oaxaca y el arte que se desarrolla en su tierra natal no le interesen, sino que prefirió formarse con independencia, sin la sombra de influencias y en una Inglaterra que le abrió paso a una educación desde las grandes exposiciones de museos y galerías y en la vida académica del arte hacia creadores de muy distinto signo que son poco comprendidos en la capital oaxaqueña: como Joseph Beuys y el binomio Gilbert&George, así como hacia decenas de fotógrafos y creadores contemporáneos. De Joseph Beuys aprendió una ética humana, una espiritualidad hacia el mundo desde el arte, así por ejemplo, se identificó con el respeto del artista con la naturaleza, aunque sus diálogos sean de índole muy diferente, hay un respeto que se refleja en sus obras. Cuando regresó de Inglaterra a Santos le dolía ver a esos perros que los dueños dejan en las azoteas de las casas, bajo el sol, la lluvia, sin alimentos y en espacios reducidos, por ello cuando lo invitaron a exponer en la Galería de Palacio de Gobierno pensó que era un espacio propicio para manifestar mediante una instalación su postura critica a este tema, pensando incluso en impulsar una legislación para penalizar dicho maltrato. La sorpresa fue que ni el género de la instalación ni su mensaje fue entendido por funcionarios y público, pero él había lanzado la idea, sin la radicalidad de Beuys que hubiese incluido a los animales vivos dentro de la pieza, pero haciendo su reproducción de una azotea a través de un tinaco.
Santos trabaja con la misma libertad en sus obras bidimensionales, e influido por el Arte Povera o por los artistas cubanos, recupera cualquier cantidad de materiales, tintas de deshecho en centros de recarga de impresoras, papeles, telas y trabaja innovando técnicas, lo cual no sólo señala esa misma ética del reciclaje en la sociedad del consumo y el deshecho, sino que le permite búsquedas plásticas nuevas. Sus pinturas en ocasiones tienen figuras trazadas en un dibujo continuo que le da una interesante armonía a la composición, pues habla precisamente de los vínculos, de cómo estamos dentro de un todo interconectado.
Cuando entró a Estudiar a la Metropolitan University of London, un día un maestro llevó de invitados a Gilbert& George, artistas que él admiraba enormemente y que resultaban vivir a cinco cuadras de la Universidad. Los artistas además de hacer una exposición magnífica de su posición ante el trabajo artístico, dejaron abierta la puerta de su casa a que cualquier estudiante los pudiera visitar, cosa que José Santos hizo a los pocos meses. Esta experiencia le provocó sentir que yo no sólo deseaba ser artista y que eso lo había llevado a la escuela y a tantas salas de exposición y tantos libros y revistas especializadas, sino que ya era artista y que lo iba a continuar siendo. Ya podía subirse a la mesa del arte a cantar, como las esculturas vivientes de Gilbert&George. Así, en la obra pictórica y dibujística o gráfica de José Santos, lo que apreciamos es una alegría por estar inmerso en este territorio de la imaginación creativa, sus obras suelen destacar en la pintura una visión positiva de la vida como en Luciernagas donde los brillos trazan rutas y gestos luminosos o en Ballena, donde el animal marino parece encarnar una gran felicidad del tamaño de su cuerpo. Son otra vez, los seres de la naturaleza exaltados y convertidos también en símbolos de plenitud y algarabía del pintor. Esta felicidad debida a los seres de la naturaleza, también acontece cuando tiene una conexión con creaciones musicales, por lo que los ritmos de su dibujo, los colores con los que trabaja, su pintura o sus instalaciones, muchas veces tienen la fuerza de haber sido creadas escuchando o tras haber ido a un concierto de The Cure, The Smiths, Blue Airplane, Triky, Portishead o cualquiera de los otros grupos de vanguardia de la escena Londinense cuando
llegó en los años noventa. Veo esa energía en London o en Forest, una obra urbana y otra rural pero que parecen transformar los acordes de aquellas bandas en trazos y colores.
Pienso que la obra de José Santos va a ganarse un espacio dentro de la plástica oaxaqueña, con sus informalismos cargados de un bagaje conceptual, él no se toma tan en serio las cosas y por eso desarrolla una pintura como Mi Caricatura en Rosa, en la que todo sus organismo vital está cifrado en un garabato que la hace de sus entrañas, ese trazo es libre y que a la vez señala la ruta con la que va a refrescar las formas de entender la pintura en nuestro ámbito oaxaqueño. Lo que hace este artista es fluir libremente, de un género a otro, o en la composición de cada obra y su color, sin detenerse por ideas preconcebidas, solo fluye y así nos regresa en el espejo de la creación la vitalidad de su pensamientos y sus sentidos.
Fernando Gálvez de Aguinaga