Las ocupaciones diarias ocasionan que muchas personas no tomen enserio y pasen por alto el tiempo necesario para descansar y continuar con su estilo de vida. Un adulto cual fuera su profesión o actividad continua, debe dormir entre 7 y 8 horas para mantener un óptimo estado físico, emocional y mental.
De acuerdo con el doctor Jaime Ernesto Vargas Mendoza, Psicólogo del Hospital General de Zona 1 del IMSS, la falta de horas de sueño no solo puede repercutir en consecuencias evidentes durante el día, como, dormirse a todas horas, cambios repentinos de humor, tristeza, irritabilidad, actitud pesimista y aumento del estrés y la ansiedad.
Si no también repercute en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y favorecer la diabetes, o un aumento de peso, también provoca la disminución de la temperatura corporal basal, responsable, entre otros factores, de la constancia del ritmo cardíaco. Por lo tanto, en estas circunstancias pueden observarse arritmias o paradas cardio-respiratorias nocturnas.
Otras alteraciones importantes a largo plazo, son la hiperalgesia o aumento de la percepción de dolor, temblores, envejecimiento precoz, agotamiento, trastornos gastrointestinales o aumento de probabilidad de contraer infecciones por afectación del sistema inmunitario. Indicó Vargas Mendoza.
Cabe destacar que el sueño limpia la memoria a corto plazo y deja espacio para más información. En este sentido, una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en casi un 40 por ciento. Además de las pérdidas de memoria y recuerdo, la persona se vuelve más lenta y menos precisa, por eso, la falta de sueño puede provocar una alteración en el habla y dificultad para aprender, crear y resolver problemas.
Los síntomas de una persona con apnea de sueño, son similares a los de la gripe y otras enfermedades virales comunes y abarcan dolores musculares, dolor de cabeza y problemas para concentrarse, confusión, dolor articular pero sin hinchazón ni enrojecimiento, dolores de cabeza, Irritabilidad, fiebre, debilidad muscular en todo el cuerpo o en distintas partes, dolor de garganta.
Por lo que Jaime Vargas, exhorta a la población que presente cuadros de fatiga, mantener una vida social activa, realizar ejercicio físico, balancear el tiempo entre la actividad, el reposo y el sueño, dividir las tareas grandes en tareas menores y más manejables, repartir las tareas de mayor desafío a lo largo de la semana.
Así como también incluir en su dieta diaria alimentos que contengan complejo B y Magnesio, ya que sugiere que una deficiencia de este tipo puede incluso ser la causa más importante de la depresión y problemas de salud mental, estos complejos se pueden encontrar en las verduras de hojas verdes, semillas de calabaza, semillas de sésamo y nueces de Brasil
Las técnicas de relajación y reducción del estrés pueden ayudarle a manejar el dolor crónico y la fatiga.